Obama y Putin aparecían sin corbata para dar sensación de estar manteniendo una reunión distendida, pero nada más lejos de la realidad. Hablaron se Siria y ambos quisieron dejar claras sus diferencias. El presidente ruso recalcaba que "por supuesto nuestras opiniones no coinciden, pero tenemos la intención de detener la violencia en Siria". Según Obama, van a tratar de sentar al Gobierno de Al Asad y a las fuerzas rebeldes en una mesa de negociación en Ginebra. Moscú se opone a establecer una zona de exclusión aérea en Siria porque, a su juicio, arruinaría una solución política y diplomática al conflicto.