Lo vieron deambulando por el parking de una establecimiento de Ikea, iba muy bien vestido, pero aún así no podía pasar desapercibido. Básicamente porque era un mono. Ocurrió el pasado 9 de diciembre en Toronto, Desde entonces Darwin, que es como se llama, ha estado en un centro especial para monos. Pero su dueña sigue luchando por volver a tenerle. En Toronto es ilegal tener monos como mascotas. Pero ella alega que es como su hijo, y para muestra unas imágenes en las que se ve en su casa, con ella, hasta lavándose los dientes junto. Ya ha intentado dos veces ante los tribunales recuperarle, pero sin éxito.