Es el último simulacro de seguridad que las fuerzas armadas brasileñas han realizado en Río de Janeiro. La seguridad es la máxima prioiridad para las autoridades de cara a los compromisos deportivos, y no deportivos, que el país va acoger en los próximos meses. En junio se celebrará la Copa Confederaciones y también la Jornada Mundial de la Juventud, con la esperada visita del papa Francisco. Las maniobras incluyeron también ejercicios preventivos contra ataques químicos. Estas operaciones se van a realizar en las seis ciudades que serán sede de la Copa, considerado un ensayo para el Mundial de 2014.