Miles de portugueses se dieron cita ayer frente al Parlamento, donde se aprobaron los Presupuestos para el año que viene. En una multitudinaria protesta reclamaban la dimisión del Gobierno.Son los presupuestos del Estado más restrictivos que ha conocido Portugal que, en 2013, vivirá su tercer año de recesión económica. Significan la mayor subida de impuestos de su historia y un fuerte recorte de gastos que afecta, sobre todo, a las prestaciones sociales.