A la hora de firmar una hipoteca, el banco debe asumir el pago de los impuestos y no el cliente. Lo dice el Supremo que se corrige a sí mismo. Esos impuestos suponen el grueso de los gastos hipotecarios. Afecta tanto a los que firmen a partir de ahora como a quienes lo han hecho en los últimos cuatro años que les tendrán que devolver el dinero. Las dudas surgen para quienes se hipotecaron antes de 2014.