En un segundo el Sol produce suficiente energía para abastecer toda la demanda energética mundial durante medio millón de años, así de potente es, y aunque evidentemente no toda esa energía incide sobre la tierra, con una ínfima parte de la que sí llega Javier Bustos alimenta su bicicleta eléctrica la consola de sus hijos o las bombillas del salón. Unas placas solares, unas baterías y un generador de gas para imprevistos hacen su casa prácticamente autosuficiente.