Se les conoce como el Bin Laden del mercado monetario. No tienen buena fama, es hablar de ellos y tener que hacerlo del crimen organizado, el terrorismo, la droga y el blanqueo de capitales. Por eso las máquinas se van a parar para este billete. No se imprimirán más. En la Eurozona circulan ahora mismo casi 600 millones de estos billetes morados. Son fáciles de transportar y ocultar, y por eso codiciados. Un millón de euros en billetes de 500 pesan poco más de dos kilos. El empresario Chino Gaopin guardaba seis millones en su casa. En España hay quien los ha tenido debajo del colchón, el sindicalista implicado en los ERE. También se habla de maletines llenos en el caso Pujol o con Julián Muñoz. Tan estrechamente vinculados al blanqueo están estos billetes que antes de que estallara la burbuja, España era el país de la Unión donde más circulaban. Hoy a Europa le preocupa sobre todo el yihadismo. Cortar sus fuentes de financiación, acabar con los fajos de 500 que financian el terrorismo.