La crisis obliga a los hogares españoles a mirar su dinero con lupa, sobre todo los gastos, que el año pasado descendieron, de media, un 3,4 por ciento, hasta los 28.152 euros, mil menos que un año antes. Dinero que principalmente se fue a pagar la hipoteca, la luz y el agua: más de 9.000 euros del total y eso que estos gastos disminuyeron un 0,7 por ciento. El mayor tijeretazo se lo llevó el gasto en vestido y calzado, del 10,2 por ciento, destinamos 1.400 euros el año pasado. Seguido de ocio y espectáculos, donde el gasto fue de casi 1.700 euros, con un recorte del 9,8 por ciento y hoteles, cafés y restaurantes, donde el ajuste fue del siete y medio hasta los 2.500 euros.