A Michael Jordan no se le ha olvidado jugar al baloncesto. A sus 50 años, demostró en California que todavía puede machacar el aro. Eso sí, lo hizo contra, posiblemente, el defensa más blando al que se haya enfrentado jamas: un niño que, no obstante, se esforzó en quitarle el balón a 'His Airness'.