Con la Champions bajo el brazo, los jugadores del Chelsea acudieron a su hotel de concentración para celebrar el título junto a sus familias. Del autobús vimos bajar uno a uno a los protagonistas del partido. Torres, Lampard, Mata. Pero los más esperados eran él y ella. Drogba porque lo hizo todo. Marcó el gol del empate, cometió el penalti que le pudo costar la final a su equipo y anotó el último lanzamiento desde los once metros. Y ella por ser la más deseada entre los futbolistas, la orejuda, la que todos aman y sólo los elegidos pueden conquistar.