El primer videoclub de España cierra sus puertas tras 34 años acercando el cine a los barceloneses. En sus 400 metros cuadrados hay películas para todos los gustos y también auténticas reliquias del celudoide. Los propietarios están recogiendo firmas y hasta el momento ya llevan más de 3.000, entre ellas la de los directores de cine Juan Antonio Bayona y de Jaume Balagueró.