En la playa donde el maestro había encontrado la paz. Jugando con sus nietos, rodeado de los suyos. De pronto comenzó a sentirse mal y murió de un infarto camino al hospital. Y allí, en su tierra natal lloran hoy su pérdida. Minuto de silencio delante del ayuntamiento donde se ha decretado tres días de luto. La muerte del que todos consideran un genio, muy a su pesar ha enmudezido no sólo al mundo del flamenco. El Ayuntamiento, además, ha puesto a disposición de los ciudadanos un libro de condolencias para que puedan dejar sus mensajes de recuerdo al compositor. La vida nos lo prestó unos años ha expresado su familia en un comunicado y vivió siempre como quiso. Buen viaje maestro.