En la habitación de un hotel barato en París, Oscar Wilde yace en su lecho de muerte cuando el pasado lo invade, transportándole a otros tiempos y otros lugares. Ante la angustia de la muerte, Wilde repasa el intento fallido de reconciliarse con su sufrida esposa, Constance, su fatal relación amorosa con Lord Alfred Douglas y la calidez y la devoción de sus amigos Reggie Turner y Robbie Ross, quienes intentaron salvarle de sí mismo.