Los Alpes de Ötztal, hace más de 5300 años. Cerca de un arroyo, se ha asentado un poblado neolítico. Su líder, Kelab, tiene la responsabilidad de ser el guardián del santo sagrario, Tineka. Mientras Kelab está cazando, el asentamiento es atacado y los miembros de la tribu son brutalmente asesinados. Entre las víctimas se encuentran la mujer y el hijo de Kelab. Solo sobrevive un bebé recién nacido. Y Tineka ha desaparecido. Cegado por el dolor y la furia, Kelab solo tiene un objetivo: venganza. La búsqueda de los asesinos se convierte en una odisea para Kelab. Lucha para mantener con vida al bebé y contra las fuerzas de la naturaleza. Sin embargo, un error fatal le hace pasar de cazador a cazado. Además, la soledad hace que Kelab dude de sus acciones cada vez más.