Las focas son uno de los principales símbolos de la lucha por los derechos de los animales. Desgraciadamente, también son el alimento base y un elemento fundamental de la economía de los inuit, la cultura indígena que habita las tundras del norte de Canadá, Alaska y Groenlandia. La tradición ancestral de cazar focas no solo es básica para su alimentación y economía, sino que tiene un rol central en el ámbito social y en la identidad inuit. La ruidosa lucha de las principales organizaciones ecologistas para erradicar la matanza de focas en el mundo ha sembrado la sombra en la forma de vida de esta comunidad que, debido a su naturaleza silenciosa, no ha tenido nunca voz en el debate público.