Finales de los 70. Y final de la infancia para Greta, que no solo acaba de aterrizar en una nueva escuela, sino que está a punto de cumplir quince años y decir adiós a la inocencia. Mientras su madre prepara una fiesta a la que invita a todos los amigos (y enemigos) de su hija, Greta se siente cada vez más acosada por todos: por su hermana mayor, sus compañeros de clase e incluso por su único amigo, el perdedor Elliott. Entonces, en mitad de la fiesta, se abre una caja de música mágica y Greta huye al bosque de su inconsciente, donde se encuentra con los fantasmas de la infancia y los miedos de hacerse adulto.