Una noche, Alfie (Anthony Hopkins) despierta repentinamente espantado por la idea de morir. Abandona a Helena (Gemma Jones), su esposa durante cuarenta años, y decide revivir los placeres de su juventud. Helena, destrozada, tras intentar suicidarse y sin hallar consuelo en la medicina ni en la terapia, recurre a una adivina, Cristal (Pauline Collins). Helena se entrega en cuerpo y alma a los consejos de Cristal, y así consigue por fin la serenidad que buscaba. Sally (Naomi Watts), la hija de Helena, anima a su madre a que prodigue las visitas a la adivina, que se convierten en su bálsamo. Ya está cansada de lidiar con los traumas de su madre y ella también tiene sus propias desavenencias matrimoniales. Su marido, Roy (Josh Brolin), es un novelista incapaz de buscarse un trabajo estable, de modo que la pareja vive de las ayudas de Helena y del salario que Sally percibe como ayudante de un reputado galerista, Greg Clemente (Antonio Banderas). Años atrás, Roy había publicado su primera no