China, desde que el coronavirus SARS-CoV-2 se erigió como un peligro mundial, comenzó su particular carrera para obtener una vacuna en el menor tiempo posible como está haciendo el resto de la ciencia a nivel mundial, aunque de momento, se erige como el primer país en aprobar la patente de una candidata a vacuna si no contamos a Rusia, estado cuyo primer profiláctico ha causado muchas dudas por la falta de ensayos clínicos.

El país asiático ha decidido registrar la patente de la vacuna desarrollada por el Instituto Científico Militar y la empresa biofarmacéutica CanSino Biologics tras utilizarse desde julio en el ejército y poder comprobar que es eficaz. Este éxito se ha logrado gracias a que Chen Wei, un importante investigador chino, descubrió junto a su equipo de científicos la existencia de un anticuerpo monoclonal neutralizante muy eficiente contra el SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.

En principio, y a falta de nuevos ensayos clínicos con más voluntarios (en la última etapa se precisa a miles de ellos), la vacuna sería eficaz y segura, y produce una respuesta inmune contra la Covid-19: "se ha producido buena respuesta inmunológica en ratones y roedores, y puede inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en muy poco tiempo (...). Además, puede ser producida en masa en poco tiempo al ser fácil y rápida de preparar", expone el texto de la patente.