No hay nada como los orígenes para recordar quién es y de dónde viene uno cuando la fama le llega de forma inesperada.

Algo parecido es lo que le ha pasado a Pablo Díaz, ganador del bote de 1.828.000 millones de euros de Pasapalabra, que de la noche a la mañana se convirtió en una de las personalidades más queridas de todo el país.

Natural de Santa Cruz de Tenerife, a sus 24 años, el joven violinista se convirtió en el concursante más longevo en la historia del concurso a nivel mundial manteniéndose imbatible durante 58 programas y quedándose hasta en 12 ocasiones a una sola palabra de completar el Rosco.

Ahora, tras el paso del huracán Díaz, el propio Pablo ha necesitado unas semanas de desconexión y análisis para ver con perspectiva cómo ha cambiado su vida después de ganar el programa.

Durante este tiempo, el tinerfeño ha participado en varios programas de la cadena en los que ha ido compartiendo con la audiencia cómo ha ido gestionando la victoria y todo el dinero que ha ganado en el programa.

Ahora, el tinerfeño ha hecho las maletas y ha puesto rumbo a su Tenerife natal para poner tierra de por medio con la capital, en la que vive desde que tiene 6 años, y para reencontrarse con su familia y amigos a los que no veía desde hacía ya mucho tiempo.

Además, durante su visita a su isla, el ganador del bote se ha encontrado con una grata e inesperada sorpresa que le ha dejado muy sorprendido.

“Me he quedado sin palabras… WOW!!”

A través de sus redes sociales, el tinerfeño ha ido compartido con sus seguidores su vuelta a la isla.

Díaz compartía que estaba en casa de sus abuelos, acompañado además por su novia (a la que conoció durante la grabación del concurso), visitando a sus amigos, haciendo un poco de turismo por Tenerife y hasta tuvo tiempo de visitar un conocido parque acuático de la isla y pasar unas divertidas horas en él.

Sin embargo, cuando más sorprendido quedó fue mientras paseaba por la zona de Las Galletas.

El ganador de Pasapalabra subía una fotografía a su perfil de Instagram en la que señalaba el bonito gesto que una tienda de ropa ha tenido hacia él. “No os vais a creer esto. Iba paseando tranquilamente por Las Galletas y me he encontrado esto en una tienda de ropa” escribía emocionado el joven.

En la imagen se puede el escaparate del comercio y un texto con forma de rosco que pone “Felicidades, Pablo”.

“Me he quedado sin palabras… WOW! Muchísimas gracias!” continúa el mensaje del violinista.