El sector agrario denuncia grandes pérdidas de agua en la red pública

El Cabildo de Tenerife anuncia que incrementará en un 10% el suministro y mantendrá el precio del agua para el sector

Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife

Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife / María Pisaca

El sector agrario de Tenerife mostró ayer, a través de un comunicado, su «indignación» por «las alarmantes pérdidas de agua en conducciones públicas de abasto». Las organizaciones profesionales agrarias (OPAS), formadas por Asaga Canarias, COAG Canarias, UPA y Palca «demandan a las administraciones competentes (Cabildo, Consejo Insular de Aguas y ayuntamientos) aumentar las inspecciones y mejorar el mantenimiento de las redes, dado el acusado deterioro de las instalaciones hidráulicas de la Isla». Insisten en que «con una declaración de emergencia hídrica –oficial desde el pasado 29 de mayo– es intolerable que recorten el suministro a la agricultura mientras se despilfarra este recurso». El Cabildo anuncia, por su parte, que «incrementará en un 10% el suministro y mantendrá el precio del agua para el sector agrícola». Argumenta asimismo que «la declaración de emergencia hídrica permitirá producir más de 27.000 metros cúbicos de agua al día en Tenerife».

Critican «el acusado deterioro de las instalaciones hidráulicas», a lo que se suman «los reiterados incumplimientos de Balten (Balsas de Tenerife) en las entregas de agua de riego, cuya calidad ha empeorado de manera significativa en el último año debido a la elevada concentración de sales». Esto «hace el suministro prácticamente inviable para su uso en los cultivos en determinados puntos».

Los productores critican, además, que «la emergencia contemple, entre sus medidas, una subida del precio de las tarifas de Balten justificada en la necesidad de actualizar sus costes». De llevarse a cabo este incremento, alertan, «supondría la estocada de muerte para la agricultura y la ganadería».

El sector agrario «lamenta» que se le acuse de «despilfarrar agua» y «se apunte a cultivos como el plátano o el aguacate de un consumo excesivo, cuando históricamente, a iniciativa de los agricultores, se construyeron galerías que actualmente aportan el 75% del suministro de agua a la Isla». De hecho, apuntan, el texto del Plan Hidrológico de Tenerife reconoce «la sobriedad, austeridad y eficacia en la gestión privada del agua mediante las comunidades», lo que demuestra «la voluntad de que no se pierda una sola gota».

Mientras se cierran explotaciones agrarias por insuficiente dotación de agua en cantidad y calidad, «otros sectores económicos permanecen ajenos a esta situación», motivo por el que las organizaciones profesionales agrarias «también exigen el cumplimiento estricto de la Ley de Aguas de Canarias». Su artículo 36 «establece un orden en el uso del recurso y obliga a abastecer primero a la población, en segundo lugar a la agricultura mientras que en tercer y cuarto puestos quedan el turismo, la industria y el ocio».

Se mantiene el precio

El Cabildo anunció ayer que mantendrá el precio del agua para el sector agrícola e incrementará un 10% el caudal a través de la declaración de emergencia hídrica, pues permitirá impulsar las obras fundamentales para su abastecimiento, como las desaladoras. Se producirán más de 27.000 metros cúbicos de agua al día, lo que supone incrementar ese 10% la demanda agrícola de agua y un 5 % en el cómputo general de la isla.

La declaración de emergencia hídrica sirve como eje para impulsar y desarrollar 75 medidas cuyo objetivo es garantizar el abastecimiento al sector agrícola. La Corporación insular ha previsto actuaciones con los ayuntamientos, entre ellas la mejora de las redes de abastecimiento municipales para reducir las pérdidas. Además, el Cabildo «continuará subvencionando el agua que suministra la empresa pública Balten, de tal forma que el sector agrícola de la Isla tiene garantizada su continuidad».

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