Patrimonio histórico | La rehabilitación de una instalación emblemática

El Cabildo de Tenerife trabaja en recuperar una de las joyas históricas de Santa Cruz

El área insular se marca una hoja para rescatar el inmueble, que lleva décadas abandonado y sufre daños en la cubierta

El recinto fue un cine y es propiedad del Cabildo desde 1999

Fachada de la Librería del Cabildo, ubicada en uno de los extremos del edificio donde se ubica el teatro Baudet, en el número 4 de la avenida Islas Canarias.

Fachada de la Librería del Cabildo, ubicada en uno de los extremos del edificio donde se ubica el teatro Baudet, en el número 4 de la avenida Islas Canarias. / E. D.

Compromiso para reabrir la Librería del Cabildo, cerrada desde febrero de 2020, con el umbral de lo que resta de mandato (2023-2027), y recuperar a más largo plazo el histórico teatro Baudet. Así lo anuncia el consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, José Carlos Acha. Ambas infraestructuras forman parte del mismo edificio, ubicado en el número 4 de la avenida Islas Canarias de Santa Cruz de Tenerife. La librería está situada en uno de los extremos de la fachada del inmueble que albergó el antiguo cine.

La recuperación completa del teatro, que lleva décadas abandonado, tiene una previsión a corto, medio y largo plazo. Lo más urgente es la mejora de las columnas de la parte superior para poder rehabilitar la cubierta, muy deteriorada por la humedad y la corrosión. La intención es iniciar los trabajos a final de año y para eso se han presupuestado 60.000 euros con destino a la redacción del proyecto y la dirección de la obra.

El segundo paso es la reapertura de la librería. Acha explica que el inmueble está «en buenas condiciones» pero la principal dificultad aparece en los fondos del centro, que deben ser sometidos a una catalogación. Por último, el teatro también se recuperará y, además, con la idea de mantener toda la esencia de su construcción y el valor arquitectónico del anfiteatro, un elemento destacado por todos los expertos con especial mención a los remaches de hierro similares a los de la Torre Eiffel de París.

Acha explica que se encontró al llegar al Gobierno insular de CC y PP tras las elecciones del 28M de 2023 «con buena parte de los fondos y otros materiales de la librería amontonados de cualquier manera en un almacén» en la sede de Ideco (entidad pública que la gestionaba) del pabellón Santiago Martín». Añade que «había papeles, ficheros y otros objetos». A continuación, indica que habló con el gerente, Manolo Gómez, y decidieron afrontar la recuperación del espacio «con todas sus consecuencias». El consejero insular indica que en cuanto a presupuesto «solo había dinero para cubrir el salario de un trabajador». La primera tarea, subraya el político del PP, «es encontrar a una persona que se encargue del inventario para poner los fondos en un lugar más digno y en mejores condiciones de conservación». «Hay que catalogar estantería por estantería y caja por caja».

Hay que catalogar los fondos que había, casi estantería por estantería y caja por caja

José Carlos Acha

— Consejero de Cultura del Cabildo

Este año. La idea de su rehabilitación empezará por el proyecto de nuevas cubiertas para que no se sigan estropeando. Por eso se acometerá la reforma de las columnas que la sustentan con «materiales más acordes a los tiempos», revela Acha. El valor patrimonial del teatro está en el anfiteatro de la segunda planta; en sus vigas y remaches, similares a los del gran símbolo de la capital francesa. La reforma necesita un mayor plazo pero «igual que la librería se reabrirá porque tenemos voluntad de hacerlo». La intención es recuperar el Baudet para convertirlo en «sala polivalente».

Propiedad privada. Sobre la librería hay otros dos pisos que, valora el responsable insular de Cultura, «son propiedad de privada» y se encuentran «en buen estado». Lo afirma para reforzar el argumento de que también la librería «está perfectamente en cuanto a estructura». Y prácticamente vacía, salvo algunos ejemplares sueltos.

Laberíntico. La distribución del edificio en varias alturas con escaleras que conectaban distintos espacios suponía una dificultad añadida para poder ubicar la tramoya y transportar otros elementos que debían ser trasladados en contenedores. Para llegar al anfiteatro o al patio de butacas era necesario subir y acceder antes a un pequeño hall. Un poco laberíntica esta estructura con dependencias y entradas distintas. Su principal uso desde su apertura en 1944, a raíz de esos problemas, fue el de cine, uno más dentro de los muchos que hasta los años 80 y 90 del siglo pasado proliferaron en la capital. También acogió un bingo y una sala de fiestas, además de un proyecto de gran discoteca que nunca se realizó. Acha apunta «Ente todo el material regado encontramos un cartel de Feliz 1999». Eran otros tiempos.

El objetivo es comenzar con el primer paso del proceso este mismo año

José Carlos Acha

— Consejero de Cultura del Cabildo

Historia. El cine Baudet fue un negocio familiar que pusieron en marcha Ramón Baudet Oliver y sus cinco hermanos, hijos todos ellos de Ramón Baudet Grandy, hasta que las pérdidas lo hicieron insostenible y tuvieron que cerrarlo en los años ochenta. El edificio es propiedad del Cabildo desde 1999, que lo adquirió por algo más de 1,2 millones de euros. En diciembre de ese año, Dulce Xerach, entonces consejera insular de Cultura, anunció el inicio de la restauración. El primer paso fue encargar el proyecto a un estudio de arquitectos, documento que fue entregado en 2003. Desde entonces solo se rehabilitó el local anexo, que ocupa la librería del Cabildo.

Atractivo. A ambos lados del Baudet había dos viviendas y un local comercial. En los bajos abrió durante muchos años el Gran Vía, establecimiento que para generaciones de chicharreros tenía las mejores albóndigas del mundo, o al menos las más grandes. Abría de madrugada con un selectivo derecho de admisión, el entrando, saliendo. Su propietario, Don Pedro, tera un reclamo más. Acha lo recuerda, igual que a su bar, y aunque no sea nunca lo mismo plantea que con la reapertura de la librería y más adelante del que fuera cine la zona podría reactivarse. De hecho, en el momento del cierre hace cuatro años hubo protestas vecinales, además de las del sector cultural, porque se perdía un atractivo.

La huella de Marrero Regalado

El Baudet, Bien de Interés Cultural (BIC), fue inaugurado el 25 de mayo de 1944 como uno de los primeros proyectos del arquitecto tinerfeño José Enrique Marrero Regalado (1897-1956), autor también del edificio del Cabildo. Cine de 1.200 butacas distribuidas en dos plantas dejó de funcionar como tal en 1985. A partir de entonces sirvió como bingo o sala de fiestas de fin de año. Fue adquirido en 1999 por el Cabildo, presidido entonces por Adán Martín (CC) con la intención de rehabilitarlo como centro cultural y sede de compañías teatrales tinerfeñas pero del plan inicial solo sobrevivió la Librería, cuya gestión asumió la empresa pública Ideco en 2001 con el objetivo de difundir la cultura canaria y ser espacio de encuentro de creadores destinado a la lectura y la consulta de sus notables fondos. | J. D. M.