industria | La radiografía del sector

Viaje al corazón industrial de Tenerife: un día en el Polígono de Güímar

La necesidad de un órgano de gestión y la petición de más agilidad en los trámites son los ejes de la visita del equipo del Cabildo al segundo centro logístico de Canarias

Un día en el Polígono Industrial del Valle de Güímar equivale a entrar en el corazón industrial de Tenerife, un sector que pretende ser alternativa económica al actual motor del turismo para la generación de riqueza y empleo en la Isla. De la mano del área de Industria del Cabildo, que dirige el consejero Manuel Fernández (PP), se organiza con mimo la visita. Parte del equipo se desplaza, tras el prólogo en la sede de Sana Cruz, a este enorme centro logístico de dos millones de metros cuadrados, el segundo del Archipiélago tras el de Arinaga en Gran Canaria. La necesidad de crear un órgano de gestión centralizado y la petición de más agilidad en los trámites administrativos son los ejes de una intensa jornada de trabajo.

Mimar a los hombres y mujeres que forman el tejido productivo y conocer el pulso empresarial. Los objetivos del viaje a una gran ciudad ubicada en el territorio de tres municipios del sureste: Arafo y Güímar, en su mayor parte, y en menor medida, Candelaria.

Muy de madrugada empieza la actividad para unos 5.000 trabajadores de más de 250 empresas. Ocupan y preocupan especialmente la necesidad urgente de consolidar un órgano que gestione el complejo sobre todo para el mantenimiento de las zonas comunes. También la agilización de trámites por las administraciones públicas. En el otro lado de la balanza, la satisfacción por el reciente puesta en marcha de la depuración de aguas residuales en la estación situada dentro del polígono. Ya se notan sus efectos.

Alicia Trujillo, gerente de la Asociación de Empresarios, recibe a la delegación y anuncia un periplo para conocer ejemplos diferentes en tamaño, actividad o volumen de negocio. De la producción cárnica puntera de Vara del Rey al proceso industrial con la cerveza como eje de Mahou San Miguel. Pasando por el saneamiento del agua en Hidrotec, la reconversión moderna de un clásico de las Artes Gráficas, Litografía Romero, y la innovación de Protisa al transformar en productos de papel los materiales reciclados.

En todos los centros de trabajo destacan el uso de las nuevas tecnologías y los estrictos protocolos de seguridad. También la puesta a disposición para mejorar el Polígono como si de una segunda casa se tratara. O la primera desde la óptica de la emprendiduría.

Más de 250 empresas con unos 5.000 trabajadores forman el tejido productivo de esta 'gran ciudad'

Un universo bajo cero. Vara del Rey es una referencia en el sector de la carne que incluye la excelencia de su marca propia, Pasto y Bellota. Tiene sede en el Polígono de Güímar desde 1995. La visita, de la amable y experta mano de su gerente, Víctor Gutiérrez –vino a hacer la mili y se quedó, matrimonio en la Isla Bonita y actual residencia en Candelaria incluidos–. Antes de bajar al universo bajo cero de las plantas de producción hay que proveerse de todos los elementos de seguridad: bata, chanclas, gorra, mascarilla... Y chaleco para protegerse del frío, entre 0 y menos 5 grados con algún pico de -20. Víctor explica paso a paso toda la cadena desde la llegada del producto –vacuno, la gran referencia de marca, pero también porcino, pollo y conejo con todos sus derivados posibles– y su despiece al envasado, el empaquetado y el transporte hasta los centros de hostelería o los supermercados, los principales clientes. En estas tres plantas que 15.000 metros cuadrados, la actividad de los 44 trabajadores empieza a las cuatro de la mañana. La cadena comienza en las dos ganaderías de la empresa para terminar en las bandejas de hamburguesas o salchichas. Siempre con calidad. Un sello como los característicos tomahawk, chuletones de ternera cortados a mano y con un hueso largo para darle la apariencia de un mango de hacha.

La planificación hidráulica. Caros Rodríguez, responsable de Hidrotec, fue el más crítico de los anfitriones aunque valora «el diálogo» y la nueva consejería. Sus quejas se centraron en licitaciones que no valoran a las empresas canarias y en el exceso de burocracia con requisitos como los informes de impacto ambiental que «hay que agilizar cumpliendo la ley». En 1996 tuvo la visión de mudarse a un lugar «ideal» como el Polígono de Güímar, «el mejor de Canaria», como sede en 1.300 metros cuadrados de su empresa especializada en saneamiento de aguas residuales. Rodríguez anima a «poner en marcha» el plan de choque que se planifica y ensalza la primera depuradora industrial. Se muestra «orgulloso» de los 27 trabajadores de la plantilla. Respecto a la emergencia hídrica anima a «sacar ya las 34 obras hidráulicas».

Destaca la puesta en valor del reciente estreno de la estación depuradora interior como factor "clave"

Tradición y tecnología. Manuel Hermoso Varela, director gerente de la mítica Litografía Romero, con presencia en el Polígono de Güímar desde 1991, tras dejar su sede en Santa Cruz, recuerda que han tenido que reconvertirse a partir de la pandemia de la Covid-19 que marcó un antes y un después al descender de manera exponencial la demanda de la impresión. La tradición se une a la tecnología más puntera como explica otro veterano, Nazario, en un negocio centrado ahora en el llamado parqueting (estuchajes y etiquetados). Inciden ambos en la necesidad perentoria de mejorar el entorno de las dos plantas del edificio, con 10.000 metros cuadrados cada una de superficie, en la que trabajan 102 personas.

La capital del papel reciclado. Raquel Malo, directora general de Productos Tinerfeños (Protisa) cuenta las bondades de la empresa entre enormes bovinas de papel reciclado. La materia prima en un proceso que termina con las servilletas, el papel higiénico, los rollos de cocina o los pañuelos que se pueden encontrar en cualquier supermercado de la Isla, canutillos de cartón incluidos. Según pedido del cliente para movilizar a 30 trabajadores en 7.000 metros cuadrados. Protisa cumple en octubre 30 años de actividad.

Sabor de buena cerveza. Eugenio García es el cicerone por las instalaciones de Mahou San Miguel (11.000 metros cuadrados con 50 trabajos directos y más de un centenar indirectos) que hereda la estela de la mítica marca Reina (aún se fabrica y comercializa). García valora la Estación Depuradora y recuerda que usan agua de galerías en el proceso de fermentación. Se pone a disposición para las mejores del entorno.

La visita termina y el grupo se queda con el regusto de la cerveza fría. Antes de volver a la capital, Yaiza, Silvia, Jesús, Alejandro y Manolo hacen parada y fonda. El cochino negro canario es el mejor ingrediente para acabar un viaje al corazón industrial de Tenerife.

Un sector económico en alza

17.000 puestos directos, más de 50.000 indirectos, y unas 1.700 empresas. Es la radiografía de un sector en alza en Tenerife, el industrial. De la mano del Cabildo, que por primera vez cuenta en este mandato con un consejero específico, el popular Manuel Fernández. Entre sus líneas de trabajo está mejorar y potenciar los principales polígonos como, además de Güímar, Chamberí, Buenos Aires, Los Majuelos, Las Torres, La Campana, San Isidro, San Jerónimo, Las Chafiras o Llano del Camello. También sumar municipios al programa de actuaciones. El último, Tacoronte . Fernández lo calificó como «lugar estratégico» al encontrarse a medio camino entre el Área Metropolitana y el Valle de La Orotava. El objetivo de la iniciativa global es «mejorar las infraestructuras y dotaciones de los polígonos industriales de la Isla para atraer más inversión» explica. | J.D.M.