Un perro no es un juguete

La plaza de La Concepción de La Laguna acoge la V Feria de la Adopción, cuyo eje es concienciar sobre la responsabilidad al acoger a un animal    

Un perro no es un juguete que se pueda devolver como si nada cuando no termina de gustar. Ni un gato, ni un pájaro ni mucho menos, por lo grande, un caballo. La responsabilidad a la hora de ejercer el acto solidario de adoptar a un animal fue el eje de la quinta edición de la Feria de la Adopción que se celebra durante el fin de semana en la plaza de La Concepción, en La Laguna, donde congregó a miles de personas hasta completar de nuevo un exitoso balance, Responsabilidad y solidaridad. Ambos conceptos centraron talleres, charlas y desfiles orientados a concienciar frente al abandono, una lacra que en Tenerife afectó el pasado año a más de 4.000 seres sintientes como los califica la nueva Ley de Bienestar Animal, todavía por aplicar en Canarias, según datos de la Federación Canaria de asociaciones protectoras de animales y plantas (Fecapap) que gestiona el Albergue comarcal de Valle Colino.

Mañana espléndida en Aguere, con un inusual clima primaveral para ser 10 de diciembre. Invita al paseo, solo, en grupo o con la mascota. Herradores arriba ya comienzan a escucharse los ladridos de los amigos totós. Hay de todo. Grandes, chicos, con pedigri y, sobre todo, milleches. El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, valora un evento que “no sólo ayuda a promover adopciones y colaboraciones de la ciudadanía con estas asociaciones que trabajan en el municipio, sino que promueve la concienciación y la reflexión acerca de las responsabilidades que asume una persona cuando acoge en su hogar a un perro o un gato”.

Adrián trabaja para Siriana, la empresa que organiza todo bajo la coordinación de Eli Rodríguez. Explica que en este puesto se pueden llevar donaciones de comida u otros objetos del universo animal. Valora que “va todo muy bien, hay una respuesta positiva de la gente”. Señala que “lo más que traen son bolsas de pienso, pero también algún arnés, jeringuillas para los medicamentos o cuencos destinados a la comida o a ponerles el agua”. Justo al lado, Sandra asegura que “estamos contentos porque vamos camino de superar la tonelada de alimentos donados el año pasado”. Pertenece a Lenda Canarias, mayorista que distribuye directamente a las protectoras, a las que tratan de apoyar en eventos como este. Destaca que “son solo las doce y ya tenemos once sacos de veinte kilos, además de otros más pequeños” . Allí se venden los productos a precio de coste, muy por debajo del de mercado, pero con la condición de donarlos en la caseta anexa porque “otra cosa no tendría sentido”. Es lo que hace Bárbara que tiene perro “por solidaridad”. Recuerda Sandra que “esta mercancía donada se divide luego para repartir entre todas las protectoras”. Señala el cercano desfile de mascotas en busca de dueño y sentencia: “Con que adopten a uno solo ya estaría bien porque son animales en peligro de exclusión urgente. Bien por muy mayores o por otras circunstancias, necesitan dueño ya”. Cuenta el ejemplo de una familia lagunera que “hace más o menos un año adoptó en una asociación de Arico a un perro enorme, mayor que el San Bernardo. "Y les va estupendamente”, sentencia.

El desfile

Vienen ejemplares de todas las protectoras de Tenerife, incluido Valle Colino, En un recinto acotado, a la vera de la Torre de La Concepción, se pasean uno a uno para despertar un posible interés, Eli hace de speaker: “Miky, macho, 13 años y un poquito cascarrabias. Busca alguien que lo adopte”. Un ejemplo de los 22 perros que han desfilado por aquí en dos días. Como el de (Eli dixit) “Pepino cuatro años, macho, mestizo y muy sociable”. Ya estuvo el sábado sin que hubiera suerte y repite el domingo. Las estrellas son el grupo de cachorros de dos meses que desfilan al unísono. Todos de la misma camada, hermanos, pero todos diferentes. Ente otros, Maya, Nala, Troy o Estrella. “De mayores tendrán un tamaño de mediano a grande. Si se adoptan hay que buscar un lugar para que estén en en condiciones” dice Eli. Como Coco, que tiene una patita más corta que otra, o Jimmy que enamoró a propios y extraños por cariñoso. El objetivo es superar las ocho adopciones del año pasado. Los niños se quedan prendados enseguida. Como Kendra, de siete añitos. Su mamá ya apadrina a varios canes en Valle Colino, pero la pequeña tiene que superar sus miedos para poder llevar alguno a casa.

La protectora

Laura está detrás del mostrador en el stand de Rescate Animal Valkiria que funciona con casas de acogida y personas voluntarias. Incluso asisten a los rescates de perros o gatos pero han tenido “toda clase de animales”, apunta. Hasta allí se acerca Adonay con Sarabi, la perra con nombre inspirado en un personaje del Rey León, que adoptó desde este colectivo en diciembre del año pasado. Ambos lucen orgullosos, ella su año y tres meses. Adonay dice que “es una perra buenísima” y Laura lo corrobora. Esta recomienda “pensarlo muy bien antes de adoptar” y da un dato terrible: “Nos han llegado a devolver hasta doce perros en una semana”. Por eso, explica, “tenemos un periodo, este de diciembre y enero, sin opciones para adoptar con la intención de evitar la confusión, que existe y se da, entre un animal y un juguete”. Se unen aquí los tres pilares que impulsan esta idea: animal, protectora y adoptante.

El donante

Francisco, lagunero, 35 años. Tiene en casa un perro y un gato. Se acerca a la feria con la idea de ayudar a través de la solidaridad para que estos animales no sean abandonados. Gasta un buen dinero en dos días a comprar calendarios o comida que luego dona. De casa se trae toallas y mantas porque sabe que siempre "les hacen falta a las entidades”. Entiende que hay muchas casuísticas distintas pero considera que “para eso están las protectoras”. Esta época de Navidades “es complicada porque se puede entender al animal como un simple regalo y ya está, cuando exige una responsabilidad posterior que hay que asumir". Se refiere a "mantenerlo, sacarlo a pasear y no considerarlo un mero complemento en la casa". Concluye: "Es un compromiso que adquieres cuando adoptas y, sobre todo, debes inculcarlo a los más pequeños para implicar a toda la familia en esa labor”. No concibe que se pueda dejar a un animal en la cuneta de una carretera.

Una de caballos

Patricia es la cara de Equino Sentido, asociación dedicada al rescate de caballos, que cuenta con 50 voluntarios, 20 activos, y se nutre básicamente de donaciones, además del apadrinamiento de ejemplares para sufragar su manutención. Además de entidades como Apanate, Aspronte o Fundación Ideo, Desde su puesto subraya que “va cada vez a más aunque no se vean a pie de calle. En fincas de particulares o en clubes y centros hípicos”. Lo demuestran los once ejemplares que tienen actualmente en el refugio de Valle el Vinagre, en el barrio lagunero de Finca España que se les ha quedado pequeño porque ya no pueden admitir más equinos. Patricia considera que “más que situaciones de maltrato, que alguna hay, se trata de que no los pueden mantener porque son mayores o tienen lesiones que les impiden estar allí porque no pueden ser montados”. Una dificultad añadida es el elevado coste de la alimentación pues un solo caballo puede comer en un día cuarenta kilos de forraje, son herbívoros, y tres de cebada o avena aunque en el grano hayan reducido la cantidad. Equino Sentido tiene un sistema de redes para que se alimenten de forraje a discreción durante 18 horas diarias. De media, suponen un gasto de 2.000 euros al mes aproximadamente, solo en comer, porque hay ejemplares de hasta 800 kilos de peso.

Tres labradores

Andreína, de Brigada Animalista, se afana dentro del puesto en la tarea de vender artículos para sustentar los gastos de la causa. De calendarios a correas, la mayoría con motivos navideños. Reconoce que puede haber alguna contradicción entre la época del año para los regalos por antonomasia con la tenencia responsable. A lo lejos se acerca Marina con tres labradores tan cariñosos y juguetones como grandotes. A Leo, el más joven, lo adoptó con un mes hace ya casi cinco años a través de este colectivo “cuando estaba enfermito”, explica. Después de varias operaciones, ahí sigue tan campante junto a los otros dos congéneres de su misma raza que ya estaban en la casa; Lana, de siete años, y Cloe, de seis. Un ejemplo de adopción responsable.

Veinte entidades

Una veintena de entidades que trabajan por el bienestar animal y la tenencia responsable de mascotas se implicaron en la feria. Esta, conceptuada para toda la familia, contó durante los dos días, sábado y domingo, con carpas informativas de las entidades, puntos de recogida de alimentos, talleres familiares y desfiles bajo el lema En Adopción. Además de charlas divulgativas sobre, entre otros asuntos, la nueva Ley de Bienestar Animal o el funcionamiento del Albergue de Valle Colino . Las entidades con presencia en esta Feria de la Adopción fueron Brigada Animalista, Sueño Gatuno, Valle Colino, Equino Sentido, SOS Felina, SOS Peludos, Sano y a Salvo, Canarionejos, Carlinos Canarias, Labradopta, Defensa Animal Tenerife, El Club de la Huella, Menudos Peludos, El Valle Encantado, In Situ Canarias, Apanot, Valkiria, Lindo Gatito Adopción y Neko. 

La mayoría de los consultados en este foro opina que “vienen las navidades y la gente se vuelve loca por regalar animales básicamente cachorros, pero luego crecen, al niño se le acaba el capricho y tenemos un problema. Un serio problema”. Porque un perro no es un juguete. Ni un gato, ni un pájaro, ni un caballo, ni ningún otro animal.