Sin perder el norte

Oportunidades para la Isla Baja

Formación Daute es un centro especializado en el sector primario que se ha convertido en un referente en Tenerife a la hora de dar oportunidades a los desempleados

Participantes en uno de los cursos de Formación Daute.

Participantes en uno de los cursos de Formación Daute. / E. D.

Marta Casanova

Canarias, junto a Andalucía y Extremadura, sigue liderando las cifras de desempleo en España. El crecimiento de la población, la llegada de trabajadores extranjeros o la economía sumergida son algunos de los factores que provocan estos resultados, pero sin duda uno de los aspectos más preocupantes es la falta de formación de los desempleados.

La mayoría de los demandantes de empleo son personas con bajo nivel de estudios que abandonan en edad temprana la educación. El norte de Tenerife no se escapa a esta realidad con los peores datos en relación al número de habitantes. Para paliar de alguna forma esta complicada situación existen los certificados de profesionalidad que son acreditaciones oficiales incluidas en el catálogo nacional de cualificaciones profesionales. Cualquier persona puede obtener esta acreditación, independientemente de su situación laboral o su edad.

La Isla Baja es uno de los lugares donde resulta más complicado contar con centros de formación que faciliten este tipo de titulación. Ese fue el reto que se marcó Mónica Rodríguez, una socióloga que tenía una pequeña finca dedicada al cultivo del plátano y que un día decidió abrir un centro para la formación agrícola, tan necesaria en la zona. Once años después, Formación Daute se ha convertido en referente, facilitando a las personas desempleas las herramientas necesarias para que les sea más fácil conseguir un puesto de trabajo. Este centro colaborador del Servicio Canario de Empleo abarca hoy en día muchas otras muchas ramas. Atiende a personas de todo el norte e incluso de otras islas. Muchos de ellos se acogen a una línea de becas del Servicio Canario de Empleo que les facilitan desde el transporte, ayudas de manutención, alojamiento o para la conciliación en el caso de que tengan personas a su cargo, etc.

Oportunidades para la Isla Baja

Participantes en cursos de Formación Daute. / E. D.

Para el próximo año se han programado diferentes certificados que son de carácter gratuito para desempleados en temáticas como el montaje y mantenimiento de instalaciones solares fotovoltaicas y eléctricas de baja tensión, actividades auxiliares en viveros y centros de jardinería e instalación y mantenimiento de jardines y zonas verdes.

Son grupos muy heterogéneos, desde jóvenes de dieciocho años que no saben bien qué rumbo coger en su vida hasta personas de sesenta como Candelaria Martín, que con 63 años hizo su primer curso como auxiliar de jardinería. Después de varios años en paro tras trabajar en un supermercado consiguió gracias a esta formación un puesto laboral en una finca de plátanos donde sigue hasta hoy. Ha realizado cuatro cursos más y anima a la gente a hacerlo porque en el campo hay trabajo y con las mismas garantías y mejor horarios que en el sector servicios. Jamás pensó que a estas alturas de la vida podría acceder al mundo laboral y ahora no lo cambiaría por su anterior trabajo en el supermercado. Cada mañana se traslada desde Los Realejos hasta Buenavista y allí piensa jubilarse.

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Participantes en cursos de Formación Daute. / E. D.

Candelaria opina que «hoy en día la gente se acomoda a vivir de las pagas y no quiere formarse a no ser por obligación y es una pena porque la agricultura necesita trabajadores».

Su nieta Tinixara es otra de las beneficiarias de estas formaciones. Animada por su abuela, se decidió a acompañarla para hacer juntas un curso. Nieta y abuela en una misma aula. Ella, con discapacidad, se dio cuenta de que era capaz de formarse en igualdad de condiciones con el resto de alumnos, un hecho que mejoró en gran medida su autoestima y le permitió conseguir un trabajo para el Cabildo de Tenerife. Hoy en día está decidida a seguir estudiando y con 28 años cursa estudios de la ESO en un instituto. «Mi nieta lo pasó muy mal cuando era pequeña porque le hacían sentir inferior e incapaz. El hecho de haberla tratado con normalidad le ha generado una gran seguridad en sí misma», nos cuenta su abuela.

Oportunidades para la Isla Baja

Participantes en cursos de Formación Daute. / E. D.

Para Mónica, la Isla Baja tiene un gran potencial que se debe articular de la mejor manera para que la gente joven decida quedarse aquí y no se tenga que ver obligada a salir en busca de oportunidades. La lejanía es quizás uno de los factores más limitantes, unido, según nos cuenta Mónica a un especial rechazo de la población a todo lo que suponga un cambio. Esto me lleva a replantear un asunto que algunas ocasiones se ha puesto sobre la mesa y que tiene que ver con la necesidad de mirar al norte con una nueva perspectiva y no es otra que la de descentralizar la administración, los centros formativos y otros organismos que faciliten a la población vivir en el esta parte de la Isla sin tener que desplazarse cada día al área metropolitana con lo que ello supone en cuanto al caos circulatorio que padecemos.

Oportunidades para la Isla Baja

Participantes en cursos de Formación Daute. / E. D.

Mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en la Isla Baja contribuye en definitiva a evitar el abandono de los jóvenes y fomentar su desarrollo bajo una perspectiva medioambiental que no podemos obviar al tratarse de un lugar único que ha conservado su valor paisajístico. Combinar todos estos factores no es tarea fácil, pero merece al menos una repensada por parte de quienes tienen la responsabilidad de hacerlo.

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