El Centro de Atención a Minusválidos Psíquicos (CAMP) La Cuesta aumentará su capacidad en 30 plazas residenciales hasta alcanzar las 70. Será cuando se reinicien –fueron paralizadas en 2020– las obras de ampliación, que están a punto de licitarse. Así lo explicaron a la Asociación de Madres y Padres el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y la consejera insular de Acción Social, Marián Franquet.
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Pedro Martín destacó la actualización de los precios del material que cambiará el coste del proyecto, ya que contempla un importante aumento del presupuesto con respecto al inicial, al pasar de los 5 a los 8,4 millones de euros, un 68%. Con ello se trata de acometer con garantías de calidad esos nuevos servicios a incorporar al CAMP para atender a personas con discapacidad intelectual. Los cinco millones fueron asignados al primer proyecto, aprobado en el año 2016.
En el encuentro participaron la gerente del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria de Tenerife (IASS), Yazmina de León, además de la presidenta y el vicepresidente del AMPA, Luz María Morín y Damián Meliá, respectivamente, así como el secretario de la asociación, David Peña.
Martín incidió en que ese incremento significativo del presupuesto «servirá para acometer con garantías de calidad los nuevos servicios y espacios comunes que se van a poner en marcha, con los que se contribuirá a mejorar la calidad de vida de las personas usuarias». La licitación del proyecto contemplará medidas para evitar que se asignen las obras a una oferta anormalmente baja que haga imposible la ejecución de los trabajos por el precio contratado, como ya ocurrió con el primer proyecto, en 2018.
68%
Crecimiento presupuestario
El presupuesto para el CAMP aumenta de los 5 millones de euros asignados al primer proyecto, aprobado en 2016, hasta los 8,4 millones, lo que supone un incremento del 68%.
Nuevas plazas
Franquet recordó que entre las mejoras que se contemplan está la dotación de 30 plazas residenciales nuevas, que se suman a otras 20 que ya existen y a 20 de atención diurna. Esto permitirá ampliar los recursos para dar una atención a tiempo completo a medida que sea necesario. El proyecto incluye la incorporación de un vaso terapéutico así como de nuevos espacios como cocina, lavandería o zonas al aire libre, suprimidos en el anterior para abaratar los costes.
Unidades de convivencia
La consejera añadió que «la ejecución favorece la creación de unidades convivenciales, que permiten dar continuidad al nuevo modelo de atención más personalizado que se está impulsando desde el área insular de Acción Social». En este sentido, Marián Franquet recordó que todas estas mejoras han sido diseñadas de acuerdo con las necesidades, demandas y sugerencias planteadas por las familias de los beneficiarios.
El inicio
La obra comenzó en noviembre de 2018 con el objetivo de ampliar el actual CAMP La Cuesta y su construcción se ubica en el ámbito de las calles Volcán de La Corona y Volcán Las Arenas, en El Sobradillo, en el suroeste de Santa Cruz, sobre un solar de 4.246 metros cuadrados. Este edificio contaba con un presupuesto de 3,8 millones de euros y tenía un plazo de ejecución de 21 meses. La idea inicial era que la obra pudiera estar terminada a mediados del segundo semestre de 2020, algo que no se produjo.
A la baja
Los problemas surgen a finales de 2018, cuando el anterior gobierno insular adjudicó el proyecto a una empresa que presentó una oferta económica un 23% más baja que el precio de licitación, lo que imposibilitó llevar a cabo los trabajos. Transcurrido el plazo de ejecución previsto de 21 meses, el actual equipo del Cabildo inició las negociaciones para acordar de mutuo acuerdo la resolución del contrato de obra, de la que se había ejecutado menos de un tercio. Además, se acordó iniciar con carácter de urgencia la tramitación para contratar la redacción del nuevo proyecto modificado y retomar, cuanto antes, los trabajos para adaptar el centro a las demandas y necesidades.
«¿Dónde irán ellos cuando faltemos?»
Esta es la pregunta recurrente de los padres y las madres de las personas alojadas en el CAMP La Cuesta y es extensible a los familiares de quienes padecen discapacidad psíquica. El Cabildo de Tenerife intenta garantizar una respuesta institucional y ese fue el sentido de la reunión con sus representantes. La consejera insular de Acción Social, Marián Franquet, lo resume con esta frase: «Se trata de un proyecto esencial para los padres y madres que tienen a cargo a personas con discapacidad intelectual y viven con la incertidumbre de qué pasará cuando ellos no puedan asumir su atención». | J.D.M.