El Consejo de Gobierno insular aprobó la firma de un convenio de colaboración con el Obispado de Tenerife y el Ayuntamiento de Güímar para la financiación y ejecución de la restauración y conservación de la ermita de El Socorro. Para el presidente del Cabildo, Pedro Martín, «es una gran noticia para la Isla, al permitir recuperar y poner en valor uno de sus bienes patrimoniales más emblemáticos y, en especial, para los vecinos de Güímar, al ser un punto de encuentro y devoción del pueblo, ligado a su cultura, historia y tradiciones».

Martín destacó el trabajo conjunto entre el Cabildo, el Ayuntamiento y el Obispado para financiar la ejecución de este proyecto de mejora. De los 563.813 euros que costará la obra, la Corporación insular aportará el 53%, 300.000 euros; el Ayuntamiento de Güímar, 151.050 euros, un 27%, y el Obispado, 112.762 euros, el 20% restante. A la partida del Obispado se suman los gastos del proyecto y la dirección técnica.

El presidente del Cabildo resaltó «el valor patrimonial y cultural de la ermita, que integra el patrimonio histórico de Tenerife, catalogada como Bien de Interés Cultural con categoría de monumento, así como su entorno, el Camino del Socorro, con categoría de sitio histórico». Pedro Martín comprometió la colaboración del Cabildo «en todas las actuaciones necesarias» para ejecutar la obra, así como con el asesoramiento técnico que resulte preciso para la tramitación de la actuación.

El alcalde de Güímar, Gustavo Pérez, puso en valor este acuerdo porque para Güímar dada la relevancia de la ermita del Socorro en el patrimonio municipal. «Todo lo que envuelve la Bajada del Socorro tiene que ser cuidado, porque es nuestro referente popular», señaló. El convenio «nos garantiza el mantenimiento de un bien importante para toda la Isla y Canarias. Aquí se han vivido momentos históricos y de mucho sentimiento para muchos guimareros».

El director insular de Planificación del Territorio y Patrimonio Histórico, Emilio Fariña, explicó que el convenio «garantiza el impulso de esta actuación para asegurar la conservación de la ermita y frenar los problemas de deterioro que presenta especialmente la cubierta, afectada por las lluvias y el paso del tiempo». El Obispado convocará la licitación pública del proyecto teniendo en cuenta que la conservación y mantenimiento de la ermita le corresponde como titular del inmueble.