El Matadero Insular de Tenerife será gestionado directamente por el Cabildo una vez culmine el proceso abierto para transformar el modelo público-privado actual de la empresa por otro cien por cien público. El gobierno insular impulsa un «cambio administrativo complejo», en palabras del consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla. La oposición considera que «se ha actuado de espaldas al sector».
«Nunca se había plasmado y ejecutado tal volumen presupuestario para el fomento de la ganadería de la Isla», aclara el consejero. Asegura que «vimos indispensable convertir el Matadero, entidad mayoritariamente privada, en pública, así como impulsar medidas excepcionales, caso de la suspensión de tarifas de sacrificio y transporte». Entiende que «se han seguido los pasos consensuados y aprobados por unanimidad en el pleno». Considera que «debamos asumir como garantes los procedimientos y tiempos marcados desde la administración».
El Cabildo mantiene el impulso en «la modernización» del Matadero para adaptarlo a los cambios normativos y prever posibles problemas de adaptación de una entidad mixta a otra pública. La operación financiera para ello pasa por una ampliación de capital o la adquisición de las acciones a la parte privada. Se ha optado por la primera opción por ser «más eficaz».
Según los servicios insulares de control financiero hay que determinar la actividad económica del Cabildo en el Matadero, ubicado en Guamasa (La Laguna). «Ese procedimiento fue marcado a final de agosto, montado el expediente en septiembre, llevado a Consejo de Gobierno a principios de octubre, a la comisión plenaria el 20 y al pleno el 28» enumera Parrilla. Este camino culminará, si todos los informes son positivos, en un Matadero en público.
Otro proceso, «también complejo», señala Parrilla, es la suspensión de tarifas. Garantiza el impulso del gobierno insular con los fondos necesarios. La Intervención del Cabildo ha determinado que el procedimiento pasa por convertir al Matadero en lo que jurídicamente se llama entidad colaboradora, para cumplir con la Ley de subvenciones.
En unos días estará el resultado del informe preceptivo. Si es positivo permitirá trasladar al Matadero una cantidad «para mantener el equilibrio económico y financiero», bajo la ley de sociedades de capital. «Esto impide adelantar la medida que propusimos al Consejo de Administración» señala Parrilla. Sentencia: «Las cosas hay que hacerlas bien y el tiempo nos dará la razón ante críticas que denotan una falta absoluta de confianza en la capacidad de nuestro sector ganadero».
El consejero defiende que «esta crisis ataca al sector que sufre los efectos de una guerra, pero eso no significa que la ganadería de la Isla sea débil. Todo lo contrario. Han resistido y resisten, con las ayudas, pero principalmente con su saber hacer y profesionalidad. Otros sectores habrían colapsado». Parrilla argumenta que «los ganaderos demuestran día a día que esta Isla puede confiar en que mantendrán la alimentación; nos sostienen a todos».
Parrilla se declara defensor de la gestión directa de un Matadero público «desde antes de las crisis». Pero «eso no significa el modelo desastroso de Coalición Canaria durante 30 años. Ni clientelismos, ni tutelas». Prosigue: «Contamos con grandes profesionales que han demostrado su capacidad de respuesta para alimentar a los habitantes de Tenerife en los peores momentos del confinamiento». Ahora, «la incertidumbre mundial les obliga a superar otro obstáculo. El Cabildo está al lado del sector y lo seguirá estando».
Un mensaje: «El gobierno de Pedro Martín está centrado en dar soluciones día a día y en plantar cimientos que permitan la actividad económica y sostengan la confianza empresarial para mantener la actividad asistencial». Considera que la oposición denota «desconocimiento como si el sector fuera un ente sin complejidad ni riqueza, monolítico y monocolor, lo que han pretendido durante 30 años. Y se equivocan».
Parrilla resume: «La ganadería de Tenerife es diversa con distintos aprovechamientos, artesanal en su mayoría, pero con alta profesionalización». Presenta dificultades, «con el añadido de tratar con seres vivos. Aúna innovación y conocimientos ancestrales».
El Cabildo también trabaja en la promoción de la carne, a través de la marca Carnes Frescas Tenerife, del queso o de la miel. Parrilla destaca «la calidad y diferenciación de nuestro producto local. En congresos o ferias siempre sobresale». Una manera de dar salida a la producción y de ayudar al sector.
«Falta de gestión»
El Partido Popular denuncia que «la falta de gestión» del Matadero provoca «incertidumbre» en el sector agrario. El consejero Valentín González asegura: «El consejero del área (Javier Parrilla) anuncia hace casi un año una inversión cercana al millón de euros para la gestión directa y no ha llegado». Entiende que esto ha provocado mayor incertidumbre entre los ganaderos tinerfeños.
Parrilla, según indica González, «ha tenido que devolver el expediente administrativo por incompleto y falto de documentación; ha tenido que iniciar otro de regularización de los servicios». Cree que «se ha perdido un tiempo precioso entre desconcierto, improvisación y bandazos».
El consejero del PP recuerda que el sector primario en Tenerife sufre las consecuencias de una pandemia, la guerra de Ucrania, el incremento del coste de los insumos y el aumento del precio de los alimentos para los animales, de los combustibles o la electricidad. «El sector pide apoyo económico, seguridad jurídica y certidumbre a las administraciones públicos», afirma, «pero lo que reciben es el incumplimiento de los compromisos económicos».
Coalición pide la suspensión de tasas
Coalición Canaria exige la suspensión de las tasas por el uso del Matadero Insular «de forma urgente». El consejero nacionalista Antolín Bueno señala que «el sector ganadero espera desde marzo», cuando se aprobó el acuerdo unánime en el Cabildo, «por una medida que supone un ahorro de 1,1 millones de euros». Bueno valora: «La tardanza del PSOE en cumplir los acuerdos perjudica al sector, muy necesitado». Recuerda que «muchos ganaderos están al límite». El aumento de los costes –piensos y forrajes, principalmente– «ha obligado a algunos a tener que sacrificar animales porque no pueden costear su mantenimiento».
