El director del 1-1-2 en el Archipiélago, Moisés Sánchez Arrocha, explicó que entre el sábado, el domingo y el lunes se recibieron en las salas de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas unas 15.000 llamadas en total, lo que representa casi el doble de lo normal. La jornada con más solicitudes de servicios fue el domingo. De estas alertas, unas 2.500 aproximadamente estuvieron relacionadas con el fenómeno meteorológico adverso.

Aclara esta demanda fue la recibida por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) del Gobierno canario, pues hubo ciudadanos que contactaron con las salas de coordinación habilitadas por los cabildos o algunos ayuntamientos.

Las mayores incidencias el sábado estuvieron concentradas en Gran Canaria y Tenerife, mientras que el domingo se registraron en Gran Canaria, Tenerife, La Palma y Lanzarote. Respecto a la jornada de ayer, la reclamación de servicios se contabilizaron, sobre todo, en Gran Canaria y La Palma.

Por zonas, las emergencias más numerosas se dieron en Las Palmas y La Aldea, en Gran Canaria, así como en Las Breñas y Mazo, en La Palma, y diversos puntos de Fuerteventura y Lanzarote.

Los cortes de luz y los problemas con los tendidos eléctricos y los cuadros de electricidad, sobre todo los de baja tensión, fueron incidencias por las que se requirieron numerosos servicios. En las áreas metropolitanas de Tenerife y Gran Canaria hubo también caídas de ramas y árboles. Y los desprendimientos de diversa intensidad fueron habituales en La Palma, Tenerife y Gran Canaria.

Para afrontar la situación, se reforzó el personal en las dos salas operativas del 1-1-2, así como en la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Cuerpo General de la Policía Canaria (CGPC). En los centros coordinadores hubo también mandos de los bomberos de los consorcios de Tenerife y Gran Canaria, que con su experiencia asesoraron en diferentes decisiones adoptadas para intervenir en servicios diversos.

Además de los desprendimientos que han causado daños muy graves a coches en Puerto Rico (Gran Canaria) o Los Realejos, por ejemplo, también hubo que hacer achiques de agua en viviendas de Las Palmas de Gran Canaria, La Aldea o en los municipios palmeros de Breña Alta y Breña Baja.