Canarias revivió las imágenes fantasmagóricas de carreteras y calles vacías con el confinamiento de gran parte de la población. Pero ayer no fue un virus el que encerró a los isleños, como ocurrió en marzo de 2020 con el covid. Fue una tormenta. Hermine rebajó su fuerza al girar hacia el océano Atlántico y ya desde primera hora de la mañana pasó de tormenta tropical a borrasca postropical, debido al descenso en la fuerza de los vientos. Dejó, eso sí, importantes precipitaciones por todo el territorio canario, en especial en La Palma y Gran Canaria. La diferencia con respecto a los modelos predictivos del viernes, cuando se declaró la alerta máxima en todo el Archipiélagoque se mantendrá al menos hasta el mediodía de hoy–, fue que las precipitaciones, con la pérdida de energía de Hermine, cayeron de forma continuada pero sostenida, sin los grandes aguaceros para los que se habían preparado las Islas por su poder destructivo.

Un ciclón ‘Hermine’ mermado deja intensas lluvias sin graves daños

Lo que en principio se pensaba que podía ser un ciclón muy peligroso terminó convirtiéndose en un fuerte temporal que trajo abundante agua para el campo –que tanta falta le hacía tras un verano especialmente seco– y cientos de incidencias sin daños a las personas. «No hubo ni un herido», celebró anoche Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias. El agua corrió por las montañas y los barrancos hacia el mar y provocó inundaciones puntuales, principalmente en Gran Canaria. Lo más significativo fue que este sistema tormentoso formado entre Cabo Verde y Senegal, que el jueves era depresión tropical, el viernes tormenta tropical –vientos con más fuerza– y ayer por la tarde ya ni siquiera aparecía en el mapa del Centro de Huracanes de Miami (EEUU), dejó las mayores precipitaciones en Canarias en un mes de septiembre desde que se tienen datos meteorológicos.

Un ciclón ‘Hermine’ mermado deja intensas lluvias sin graves daños

Pese al debilitamiento de Hermine, las afecciones fueron importante, en un domingo que Torres definió como «duro». Las conexiones aéreas fueron las peor paradas de la jornada, con más de 250 vuelos cancelados, más de 40 desviados y momentos de caos en los aeropuertos por la acumulación de pasajeros que habían perdido sus aviones. Además, 1.800 personas sufrieron cortes de luz –principalmente en Gran Canaria y Tenerife– en más de 200 incidencias en el servicio eléctrico, se cortaron 24 carreteras y la teleasistencia de Cruz Roja recibió 11.000 llamadas, a lo que se suma un reguero de actuaciones por desprendimientos en vías, caídas de cascotes, inundaciones, caídas de árboles y algunos momentos de caos de tráfico por la interrupción de los semáforos.

Un ciclón ‘Hermine’ mermado deja intensas lluvias sin graves daños

El Gobierno de Canarias mantendrá hasta este mediodía la alerta máxima. En una reunión del Comité de Emergencia prevista para esta mañana se evaluará se si mantiene o se rebaja. Esto último es lo más probable pues, como detalló anoche Ángel Víctor Torres, la borrasca dejará de afectar a las Islas a medida que se adentre en el océano y pierda todavía más fuerza. El riesgo de que se pueda producir alguna tormenta fuerte en las primeras horas de hoy, incluso con aparato eléctrico, está detrás de la máxima prudencia del Ejecutivo regional. «Tenemos que mantener la precaución hasta que el tiempo mejore», subrayó el presidente canario, que recordó que hoy no habrá clases en ningún nivel educativo en el Archipiélago y aconsejó el teletrabajo.

Incidencias en Tenerife.

Tenerife no fue la Isla más castigada por Hermine, como preveían el sábado los avisos meteorológicos –nivel naranja frente al rojo de El Hierro, el este de La Palma y el sur de Gran Canaria, donde efectivamente llovió más–, pero registró cuantiosas precipitaciones. Los mayores valores acumulados se situaron en las medianías del municipio de Güímar, con 109 litros por metro cuadrado, si bien superaron el centenar en otros muchos puntos de la geografía tinerfeña. No hubo inundaciones importantes, como las ocurridas en Las Palmas de Gran Canaria o La Aldea de San Nicolás, pero se contaron centenares de incidencias, ninguna de ellas de gravedad.

Un ciclón ‘Hermine’ mermado deja intensas lluvias sin graves daños

En una Isla movilizada para minimizar los efectos de la tormenta, con todas las actividades suspendidas así como los principales parques, plazas y centros de visitantes cerrados, el Cabildo de Tenerife contabilizó una treintena de desprendimientos y caídas de piedras en la red insular de carreteras sin grandes complicaciones salvo el de la autopista del Norte TF-5, en el que se vio afectado un vehículo por la caída de una piedra mientras circulaba. Todo quedó en un susto. Hubo también más accidentes de lo normal, aunque sin daños personales. Los operarios de Carreteras tuvieron que intervenir en seis de estos accidentes en la TF-5, TF-47, TF-1, TF-2, TF-454 y la TF-46.

Los equipos de la Corporación también tuvieron que intervenir para retirar una rama en la TF-5, en charcos formados en Varadero y Las Galletas y en socavones en la TF-28. Se cerraron asimismo varios tramos del túnel de acceso a Puerto de la Cruz y de manera preventiva la TF-445 de Buenavista del Norte a la Punta de Teno. La mayor parte de los desprendimientos se concentraron en el macizo de Anaga (área metropolitana) y el Sur.

Santa Cruz.

No cayeron chaparrones sobre la capital tinerfeña salvo algunos intermitentes en la madrugada del sábado al domingo. Los valores en Santa Cruz no superaron, de hecho, los 70 litros por metro cuadrado, si bien los equipos de emergencia tuvieron bastante trabajo. Fueron en total 130 incidencias, la mayoría por desprendimientos y arrastres de material en las vías públicas (36), pero también averías en el alumbrado público (20), desperfectos en cableados eléctricos (12), problemas en el alcantarillado (12) y caída de árboles y ramas (12). También hubo asistencias por caída de cascotes, averías en semáforos y charcos. Los servicios del Ayuntamiento colaboraron en el achique de agua de 7 viviendas y un local social.

El episodio más reseñable ocurrió anoche, pasadas las 21:00 horas, cuando la Policía Local cerró al tráfico un tramo de la avenida Islas Canarias y tuvo que interrumpir el tranvía ante el derrumbe del techo de una vivienda abandonada. Los operarios trabajaban anoche para restablecer el tráfico.

Suspensiones.

A la suspensión de todos los actos en el Archipiélago ante la alerta máxima por la tormenta tropical se sumaron ayer los exámenes teóricos de ingreso en la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria. Unos 450 candidatos se quedaron sin prueba como consecuencia de las fuertes precipitaciones.

La jornada estuvo marcada en Tenerife por un reguero de incidencias, todas sin gravedad, como caídas de árboles, de piedras y accidentes de coche.