Los 65.000 trabajadores de la hostelería de la provincia tinerfeña tendrán una subida salarial del 10,25% en los próximos cuatro años. Es la principal consecuencia de la entrada en vigor del nuevo convenio del sector hostelero, que fue acordado el 30 de julio y acaba de ser rubricado por la patronal hotelera de la provincia tinerfeña (Ashotel), la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio (AERO) y Sindicalistas de Base (SB). Las kellys, además, podrán prejubilarse a los 58 años.
El acuerdo del cuatrienio 2022-2026 supone aumentos anuales del 3%, 2,75%, 2,5% y 2%, con lo que según destaca Ashotel en un comunicado, «a pesar de la situación de incertidumbre ante un escenario con difíciles previsiones, debido a la coyuntura de crisis en toda Europa, se mantienen los incrementos anuales del anterior marco normativo». Entre las principales novedades se aprueba un incremento adicional lineal el primer año de 15 euros en el salario base para todos los trabajadores. Además, teniendo en cuenta la experiencia vivida los años de pandemia sanitaria, las circunstancias de fuerza mayor que puedan concurrir durante la vigencia del presente convenio colectivo podrán determinar la suspensión de la obligación de revisión salarial anual.
«Este nuevo marco aporta paz laboral en un momento de incertidumbre»
Este convenio colectivo beneficiará a 65.281 profesionales de los dos subsectores de la hostelería: servicios de alojamiento (hotelería) y servicios de comidas y bebidas (bares y restaurantes), según los últimos datos de empleo registrado del Instituto Canario de Estadística relativos al II trimestre del año. De ese total, 28.175 prestan sus servicios en establecimientos hoteleros y extrahoteleros. Estos datos de empleo registrado suponen, pese a los dos duros años de pandemia, un aumento de 2.000 personas con respecto al II trimestre de 2018, datos de referencia cuando se firmó el anterior convenio.
Asimismo, se acuerda que la contratación eventual en la empresa no podrá superar el 10% en relación con los fijos discontinuos e indefinidos, excluyendo de ese porcentaje la sustitución de vacaciones, la sustitución de personas trabajadoras con derecho a reserva del puesto de trabajo y la contratación eventual para atender circunstancias ocasionales, previsibles y que tengan una duración reducida y delimitada en el tiempo no superior a 90 días en el año natural. Tras la aprobación de la reforma laboral, el contrato por antonomasia en las empresas de hostelería es el indefinido (fijo o fijo discontinuo) y los eventuales quedan supeditados a supuestos tasados y demostrables.
«El nuevo convenio colectivo nos aporta la estabilidad que necesitamos»
El convenio recoge también un artículo específico referido a la movilidad funcional del personal del departamento de pisos, en el que se elimina la función de reposición de los minibares, la retirada del servicio de habitaciones y la limpieza de las zonas comunes. Sobre este último punto, se podrá acordar la polivalencia funcional dentro del área de pisos y limpieza entre la camarera de pisos y el auxiliar de limpieza, que será acordado entre la persona trabajadora y la empresa.
Otra de las novedades de este convenio de la hostelería está la iniciativa de prejubilación de las camareras de pisos a los 58 años, una propuesta cuyos mecanismos legales están recogidos en el Estatuto de los Trabajadores y la Ley General de la Seguridad Social y que ya Ashotel viene estudiando hace años. Se trata de un planteamiento que deberán analizar ahora en las empresas y que se plantea en función de los elevados casos de incapacidades temporales de las kellys.
«El acuerdo para impulsar la prejubilación de las camareras de piso a los 58 es fundamental»
Además, las empresas incluidas en el convenio no contratarán o subcontratarán a otras personas para los servicios de restaurantes, bares, cocinas, recepción y pisos. Por el contrario, sí se podrá hacer con actividades profesionales accesorias, como seguridad, jardinería, animación, mantenimiento técnico, socorrismo y especializadas de limpieza. Igualmente podrán serlo aquellos servicios especiales tales como bodas, conmemoraciones, banquetes o atenciones a congresos y reuniones.
Jorge Marichal, presidente de Ashotel, destacó «la importancia de un marco normativo como este, vencido el convenio anterior, que aporta paz laboral y que llega precisamente en un momento de incertidumbre económica, debido a la crisis energética en Europa por la guerra en Ucrania». Ramón Fariña, presidente de la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio, mostró por su parte su satisfacción por un acuerdo que considera «positivo para todas las partes». «Era una responsabilidad grande tras una época complicada, tras la pandemia y el escenario de crisis generalizada actual, pero a pesar de los incrementos de costes operativos, este convenio nos aporta la estabilidad que necesitamos». El presidente de AERO añadió que espera mantener este nivel de colaboración entre empresas y sindicatos para la mejora continua del sector.
«Lo rechazamos pues da libertad a la empresa a modificar la jornada por causas organizativas»
Manuel Fitas, secretario general de Sindicalistas de Base, hizo hincapié en los dos compromisos fundamentales: «El primero, el acuerdo para impulsar la prejubilación de las camareras de pisos a los 58 años; el segundo, otro gran acuerdo, continuar trabajando estos cuatro años hacia un sistema de tablas salariales únicas, en vez del sistema que viene funcionando en la provincia desde 1995 y que todos conocemos por pactos salariales».
CCOO se desmarca del acuerdo
CCOO, uno de los sindicatos que participaron en la negociación del nuevo convenio colectivo de la hostelería, se desmarca del acuerdo. Asegura que «mantiene un modelo de discriminación salarial entre grupos profesionales, manteniendo la negociación individual en los centros de trabajo, donde se mantendrán cuatro años mas los pactos salariales que ya fueron sentenciados por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias». CCOO exige «la eliminación de este modelo, fortaleciendo los salarios en las categorías IV y V donde residen el número más amplio de categorías profesionales». Borja Suárez, secretario general de Servicios, se muestra «en contra de la polivalencia funcional para la categoría de camarera de piso entendiendo que esta perjudica al departamento más feminizado». El sindicato también está en contra de las especificaciones en la restauración, «donde el convenio da libertad a la empresa a modificar y distribuir del tiempo de trabajo por causas organizativas, con lo que se dice adiós a la conciliación de la vida familiar y laboral».
