La isorana María del Carmen Larai Martín, sor Larai, maestra e Hija Predilecta de Guía de Isora desde el 16 de junio de 1994 por su labor humanitaria en el continente africano, falleció anteayer. Las banderas oficiales ondean a media asta y lucen crespón negro en señal de luto. La alcaldesa, Josefa Mesa, y el Ayuntamiento de Guía de Isora lamentan profundamente el fallecimiento de la misionera y envían sus condolencias a amigos y familiares: «Sor Larai se marcha, pero nos deja sus enseñanzas, el valor de velar por el prójimo, la dedicación por los demás y el cuidado de los más desfavorecidos», expresa la regidora.

De madre isorana y padre indio, fue criada por su tía Benigna después de que su padre regresara a la India y su madre muriese cuando ella tenía cuatro años. Al concluir su periodo escolar en Guía de Isora, pasó al Hogar Escuela de la capital tinerfeña, regido por la Congregación de María Auxiliadora. Un año antes de acabar sus estudios de magisterio, pasó a formar parte de la orden y, con posterioridad, se dedicó a dar clases en el mismo centro.

Una vida dedicada a los demás

Su verdadera vocación era ejercer como misionera, siendo Zaire (hoy, República Democrática del Congo) su primer destino durante 17 años. De ahí pasó a Ruanda, país en el que ejercería de maestra hasta que surgió el conflicto étnico que enfrentó a hutus y tutsis. Pese a su voluntad de permanecer en el país, la crueldad imperante hizo que Sor Larai tuviera que huir y volver a España, pues ya se había anunciado la intención de asesinar a los extranjeros que permaneciesen en el terreno.