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Comandante del 43 Grupo del Ejército del Aire
Daniel Muñoz Comandante del 43 Grupo del Ejército del Aire

«Prevenir más sería más barato que trabajar en la extinción»

El comandante Daniel Muñoz, del 43 Grupo del Ejército del Aire, en la base aérea de Gando. Andrés Cruz

Dos aviones del 43 Grupo y 23 profesionales de las bases aéreas de Málaga y Salamanca estuvieron cinco días trabajando sin descanso para sofocar el incendio del norte de Tenerife. El comandante Daniel Muñoz repasa cómo ha sido la intervención de la unidad conocida como los corsarios del aire.

¿Cómo ha sido la misión del 43 Grupo de las Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire en el incendio de Tenerife?

Hemos participado con dos aviones anfibios, tripulados por personal de las bases aéreas de Málaga y de Salamanca. Trabajamos en Tenerife desde el domingo hasta hoy [ayer para el lector]. El equipo ha estado formado por 23 personas, entre tripulación y personal de mantenimiento.

¿Cuántas horas de vuelo han realizado estos días?

Volamos cerca de nueve horas al día con cada uno de los aviones en los que trabajamos.

¿Qué dificultades han encontrado en este incendio?

Lo más complicado de desplegarnos en Canarias es tener que trasladar con nosotros toda la logística para el mantenimiento. Lo más difícil en este caso concreto han sido las cargas, que las tuvimos que realizar en el puerto de Santa Cruz por la imposibilidad de hacerlo en el mar. El viento aumentó el oleaje y esto suponía un riesgo bastante grande para los aviones.

¿Cómo se coordinan durante una intervención en la que actúan tantos medios aéreos de diferentes organismos?

En cada incendio hay un coordinador de extinción y un coordinador de medios aéreos. De esta forma, tratamos de ser lo más operativos posible para atajar el incendio.

Esta no es la primera vez que el 43 Grupo se desplazan a Canarias para colaborar en la extinción de un incendio. ¿Sería necesario tenerlos basados en las Islas?

Esta es una pregunta recurrente y los miembros del 43 Grupo estaríamos encantados de que hubiera algún avión en las Islas. El problema que tenemos es logístico. Durante el verano tenemos comprometidas diez aeronaves con el Ministerio de Transición Ecológica, que decide dónde ubicarlos para cubrir todo el territorio nacional. Al estar tan alejado el Archipiélago, la logística se hace bastante compleja. Por esto, es más operativo llevar los aviones cuando se necesitan y permanecer ahí los días que hagan falta.

¿Se llevan algún recuerdo especial de su intervención en Tenerife?

Siempre que vamos a Canarias nos hacen un recibimiento muy generoso. En Tenerife vimos carteles en las azoteas y los tejados, pero cuando nos desplegamos en los incendios de Gran Canaria, en 2019, la población se volcó de una forma especial. Nunca habíamos visto algo así.

¿Qué características hacen especiales a los aviones CL415?

Es un avión de fabricación canadiense muy bien diseñados para la lucha contra incendios forestales. Además, es muy bueno para las características de España, porque es capaz de cargar una gran cantidad de agua en un breve espacio de tiempo. Tiene capacidad para seis toneladas y una autonomía de vuelo de unas cuatro horas y media. En Tenerife pudimos hacer unas quince descargas por cada periodo de vuelo, pero en lugares con una orografía menos complicada y con menos diferencia de altitud entre el punto de carga y de descarga, llegamos a realizar 60 cargas en cuatro horas y media.

¿Cómo se entrenan los pilotos de su unidad?Son pilotos del Ejército del Aire, con lo que tiene la formación de cualquier otro piloto de transportes y después viene a volar a nuestra unidad. Para ser comandante de aeronave en el 43 Grupo es necesario tener entre tres y cuatro años de formación específica, con lo que la tripulación suele tener muchos años de experiencia. En el incendio de Tenerife había varios compañeros que llevaban más de dos décadas trabajando en la extinción de incendios. Es una unidad que engancha bastante y el personal se queda durante muchos años. Cómo se preparan de cara a la temporada de verano, cuando se les requiere en muchas más intervenciones.

Entre el 20 de mayo y el 1 de noviembre la plantilla completa está disponible todos los días. Durante el invierno preparamos los aviones y a los pilotos, para que cuando lleguen los meses de mayor exigencia contemos con el mayor número de máquinas y profesionales. Tenemos unos planes de instrucción con una serie de misiones y todos deben completar su plan de adiestramiento básico anual, con una serie de maniobras en agua o de navegación.

¿Se están reforzando ante un posible incremento del número de incendios por al aumento de las temperaturas debido al cambio climático?

Se ha puesto en funcionamiento un sistema de respuesta europea, para que los países miembros pueden solicitar ayuda. El objetivo es optimizar los medios, para que cuando se produzca una emergencia se pueda reforzar la respuesta con los recursos de otros países. El problema es que con las altas temperaturas que se están registrando, nadie ha podido ofrecer sus medios. En España se está trabajando especialmente en mejorar el mantenimiento de las aeronaves y está prevista la adquisición de seis aviones nuevos.

¿Los incendios forestales de la actualidad son iguales a los de hace una o dos décadas o son peores?

Desde el aire vemos poca diferencia. Lo cierto es que, según las estadísticas, está descendiendo el número de hectáreas quemadas y el número de incendios, pero aumentan los grandes incendios con características muy concretas que complican las labores de extinción. España tiene que mejorar la prevención, porque nos centramos mucho en extinguir los incendios. Prevenir más sería más barato que trabajar en la extinción y que generaría mucho más empleo.

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