Las emociones se desbordaron ayer en Candelaria con los actos en honor a la Virgen del Carmen, una villa marinera que tiene una fuerte devoción a la patrona de los pescadores y que lo demostró, desde primera hora, con el rosario de la aurora con la procesión de la imagen desde la parroquia de Santa Ana hasta la cueva de El Talán en el Pozo.

Procesión marítima de la Virgen del Carmen, ayer en Candelaria. | | E.D.

Los participantes en la procesión disfrutaron a su llegada de chocolate y churros ofrecidos por la Churrería el Kiosko. Desde ese momento ya muchos vecinos de El Pozo comenzaron con la realización de las 18 alfombras en las que se utilizaron más de 3.000 kilos de sal, una calle, que además, lució sus mejores galas con adornos en las fachadas y en los balcones y donde los vecinos vivieron una bonita jornada de convivencia después de dos años en la que la Dixeland Las Candelas puso la ambientación musical a la jornada.

Ya por la tarde y en el Muelle Pesquero se realizó la eucaristía que contó con la participación del Coro de la Parroquia de Santa Ana y se realizó la tradicional ofrenda a la Virgen del Carmen. Antes de dar comienzo a la embarcación la alcaldesa, Mari Brito, en nombre del Ayuntamiento, y Víctor Díaz, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora de Candelaria, quisieron reconocer a dos personas recientemente fallecidas por su implicación en la vida comunitaria del municipio: Andreina Hernández Cabrera y Pedro González Pérez, más conocido como Perico. La voz de Fran Hernández que interpretó El Pescador puso el punto final a este acto antes de iniciar el camino hacia la embarcación en el que arrojaron flores al mar en recuerdo de todos aquellos pescadores fallecidos.

Los pescadores tomaron el testigo de los cargadores y recorrieron con la Virgen del Carmen el litoral de Candelaria a bordo de El Marino para regresar al muelle donde comenzó la procesión de regreso a la Parroquia de Santa Ana.