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Homenaje a los cochineros de Icod el Alto

El centro social del barrio realejero alberga una exposición permanente a los vendedores ambulantes de lechones

Fotos de la exposición dedicada a los cochineros de Icod el Alto eldia.es

Los Realejos inaugura este sábado 11 de septiembre una muestra permanente que rinde homenaje a los cochineros de Icod el Alto, unos de los oficios más singulares de la isla, y que sólo en esta zona del municipio llegó a contar con más de 80 de estos vendedores ambulantes de lechones. Hombres que recorrían la isla en mulas, barrio por barrio, pueblo por pueblo, atravesando la cumbre y sus veredas para vender sus cochinos. Estará en el Centro Social de este barrio de medianías.

Según Manuel Domínguez, alcalde de Los Realejos, «el proyecto surge en 2019 de la mano de la Mesa Comunitaria de Icod el Alto. Se pretendía homenajear el trabajo de los cochineros tanto de los que fallecieron como de los ocho que aún vivían. Los componentes de esta mesa comunitaria realizaron un profundo trabajo de campo recogiendo información, casa por casa, recopilando fotografías y anécdotas, rindiéndoles homenaje público en un emotivo acto».

La concejala de Participación Ciudadana, Macarena González (PP), añade que, «a raíz de ahí surge la idea de crear una Asociación Cultural que vele por este patrimonio etnográfico de gran valor sentimental para todos los icodalteros y realejeros. La muestra intentará que todo el que se acerque a esta sala conozca la labor de estos vendedores y sus familias. Además la intención es que la exposición y sus dinamizadores, den a conocer también este oficio en los centros educativos y a otras asociaciones, al tiempo que pueda convertirse además en un reclamo turístico».

Muestra dedicada a los cochineros Icod el Alto El Día

El Consistorio recuerda que trabajaban «desde Icod el Alto, recorriendo el Valle de La Orotava, o atravesando la cumbre para llegar hasta los pueblos del Sur, soportando el frío, el viento y durmiendo en cuevas, graneros o bajo las estrellas. Realizaban estos duros periplos de hasta más de una semana para mantener a sus familias. Los cochineros compraban los lechones en Icod, La Guancha o San Juan de la Rambla. Después, salían a venderlos metidos dentro de raposas incorporadas en las albardas de las mulas».

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