El sector de los guías turísticos profesionales de Tenerife comienza a ver la luz al final del túnel. Seis meses después de su SOS en plena pandemia con muchos de ellos casi sin ingresos durante un año –desde marzo de 2020– ante la falta de turistas en la Isla, este verano comienza la recuperación. Así lo asegura Laura Bethencourt Yanes, presidenta de la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Tenerife (APIT). Añade que «este agosto, que tradicionalmente es un mes de temporada baja para nosotros, ha habido más trabajo que otros años. Se nota un repunte, pero es que venimos prácticamente de cero». Deja claro que «no es uniforme esta reactivación, sino a que unos les va mejor que a otros». El colectivo lo forman actualmente 120 guías habilitados (hay más en la Isla, pero no están asociados).

Entre lo más positivo de estos días para los guías turísticos ha estado la puesta en marcha de la iniciativa de Turismo de Tenerife Vuelve a sentir tu Isla, para que ellos protagonicen el recorrido por cuarenta rutas por toda la geografía isleña destinadas a la población local. Su representante valora: «Es algo muy positivo, claro está. Así lo pedimos en su momento, cuando lanzamos ese mensaje de socorro ante la crisis. Y así lo aprobó en su día el pleno del Cabildo –a petición del Grupo de CC-PNC–».

Bethencourt valora: «Lo importante es que el proyecto ha salido adelante y que, además, lo hemos diseñado nosotros mismos y que, también, vamos a ejecutar buena parte de las rutas culturales y patrimoniales escogidas».

Laura Bethencourt recuerda: «Después del pasado febrero, la situación se mantuvo mal durante algunos meses más, pero en verano se ha reactivado. Especialmente en agosto». Especifica que «nos ha favorecido que haya más dificultades para encontrar coches de alquiler y la gente opte por desplazarse por la Isla en guagua». Los más beneficiados, apunta, «han sido aquellos que dominan dos o tres idiomas; no les ha faltado el trabajo, sobre todo con grandes agencias». También ha habido mayor actividad en cuanto a iniciativas de senderismo o turismo activo. Laura destaca «el impulso de varios colectivos empresariales, sobre todo del Sur, y de algunos ayuntamientos para desarrollar las excursiones a pie, que nos han dado trabajo a los guías habilitados durante este verano».

La Laguna y Santa Cruz

Hay críticas al grueso de las visitas guiadas en las principales ciudades de la Isla, Santa Cruz y La Laguna: «Se siguen haciendo los free tour en los que no se ha contado con nosotros. Entendemos que se trata de competencia desleal, porque no pagan impuestos y es perjudicial para la profesión, aunque en La Laguna el guía sea habilitado, al contrario que en Santa Cruz. Pero poco más podemos hacer que denunciarlo».

Otro problema para los guías es «no poder acceder a una tarjeta de transporte que nos permita llevar en nuestro propio vehículo a clientes, sobre todo familias que quieren viajar con máxima seguridad por la covid-19. Luchamos por cambiar la normativa y que se adapte a la demanda del mercado de visitantes, que es mucha y a la cual no podemos responder por esta circunstancia. Mejoraría, sin duda, la calidad del servicio».

Del negro al blanco

La pandemia del coronavirus y sus efectos prácticamente dejaron sin trabajo a los guías habilitados en la Isla. No había casi turistas y prácticamente nadie a quien guiar. Los guías fueron de los primeros colectivos en sufrir el impacto del casi cero turístico. Las cancelaciones de grupos llegaron ya desde febrero de 2020, antes de la declaración del estado de alarma, el 13 de marzo. Ahí se paró la actividad hasta este verano. La práctica totalidad de los guías ejerce como autónomo. La gran mayoría, sobre el 70%, no ha tenido la oportunidad de trabajar en aproximadamente un año. Pero han tenido que abonar el pago de la cuota –entre 287 y 350 euros al mes los que menos–.

Tuvieron problemas para el reconocimiento del cese de actividad, aunque se les admitió. Eso les permitió el acceso a la ayuda estatal de 930 euros. Si se resta el gasto fijo del autónomo, quedan 600 al mes. Consideran que ha sido «más bien escaso» el apoyo del Gobierno de Canarias, con un pago único de 424,98 euros.

Pero la crisis no dura para siempre. Ahora se abre una puerta a la esperanza. Guiar a los residentes en Tenerife a través de la geografía de su Isla es una opción. Los fines de semana, con un máximo de veinte personas, estrictas medidas sanitarias anticovid y rutas a elegir entre los senderos en el Parque Rural de Anaga, el de Teno o el Parque Nacional del Teide, observar las estrellas o pasar una divertida jornada en las tirolinas de Forestal Park, en el monte de La Esperanza.

También es posible apuntarse a rutas culturales tematizadas guiadas por los cascos históricos de los pueblos y ciudades. Santa Cruz, La Laguna, Garachico, La Orotava, Icod de los Vinos, Arona o Adeje. Del cero turístico y el desempleo a la reactivación del oficio de guía en apenas tres meses.