Manuel Díaz, Patrón Mayor de la Cofradía de Las Mercedes, en Los Cristianos, la que más atuneros tiene en la Isla y en Canarias, unos 20, dibuja la realidad de un sector de trabajo «duro», que cada vez está «menos compensado» y cuyo futuro lo marcan «unas cuotas que no nos permiten salir adelante».  


El panorama de futuro a corto, medio y largo plazo para la flota atunera de Tenerife y Canarias –unos 250 barcos– se presenta «muy negro». Así lo valora Manuel Díaz, Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora de Las Mercedes de Los Cristianos. Díaz establece que la actual zafra (campaña) del atún, a punto de terminar, «es la peor de la historia». Pero es que ya fueron malas las de 2018, 2019 y 2020, este último año, además, de pandemia y sus consecuencias.

Precisamente, la Covid-19 ha afectado y afecta a «las ventas del pescado que han bajado mucho», apunta Díaz, quien añade: «Exportamos a la Península la inmensa mayoría del producto, aquí se queda apenas el 5%». Lo asegura el dirigente de la Cofradía con más barcos atuneros de la Isla y de Canarias, unos 20, sobre una flota total de 57 embarcaciones y 300 trabajadores directos. De ellos Manuel tiene dos con un concepto «familiar porque mis hijos están entre los doce trabajadores, casi todos miembros de la familia».

Un serio problema de la pesca en la Isla es la falta de relevo generacional. Al respecto, el Patrón Mayor sentencia: «Eso no es posible mientras este trabajo tan duro no tenga la compensación y rentabilidad para poder ganarse el sustento. De hecho, tengo a un hijo de 25 años conmigo porque se quedó sin trabajo. Está en la pesca, como la mayoría de jóvenes, porque no tiene otra cosa por el momento».

La zafra.

Respecto a la campaña de 2021, la zafra del atún de este año, la valora como «la peor de la historia». Explica: «Empezó en enero y está punto de culminar; es probable que la próxima semana, según las capturas». Primero, cronológicamente, es la del barrilote o bonito del norte (Thunnus alalunga), el también conocido como atún blanco. Ya terminó. Luego, durante un mes o mes y medio, llega el turno de la del atún rojo (Thunnus thynnus) donde la cuota canaria de capturas es escasísima. Un ejemplo: en 2018 fueron 255 toneladas, cogidas en apenas una semana. Por último, las especies tuna (Thunnus obesus o bigeye), el patudo. Díaz cree que «la semana que viene acabará la temporada».

Flota artesanal.

La flota pesquera canaria y por ende, de Tenerife es prácticamente artesanal en su totalidad. Díaz lo expresa gráficamente: «Un hombre, un anzuelo». La jornada empieza «muy temprano» y acaba con la luz solar, pero, señala, «a veces estamos las 24 horas cuando empezamos buscando la carnada para la pesca en sí». En cuanto a los lugares donde se pesca el atún subraya: «Depende, aunque siempre en aguas canarias, salvo la excepción de algunos compañeros que van a Madeira porque tienen licencia de Portugal». Una de las claves de la eterna crisis del sector son las cuotas, cuánto se pude pescar. Díaz valora: «Si no abren la mano en las cuotas la flota va camino del desguace porque la base del 80% es la pesca del atún». Lo argumenta: «En toda España son 9.000 toneladas este año y para Canarias 2.600. Lo ideal sería de 4.000 para arriba. Aquí, además, se puede pescar todo el año, aunque la mejor época sea en enero, porque la temperatura de mar es perfecta para el pez, 22 o 23 grados. Pero esta cuota es por toneladas y no por periodos de tiempo. Manuel Díaz valora la ayuda del Cabildo a las once cofradías de la Isla. Subraya: «Vamos a recibir una subvención de 15.800 euros para cada una frente a los 20.000 del año pasado. Ha bajado por efecto de la pandemia, pero es una ayuda que agradecemos».

Apoyo institucional.

El pleno del Cabildo de marzo pasado aprobaba una moción institucional para «solicitar al Gobierno de España un incremento en la cuota del atún patudo (Thunnus obesus)» y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación «mantener la prohibición del arte del cerco en aguas del Archipiélago». El texto reclama alcanzar las 3.600 toneladas para Canarias frente a las 2.421 asignadas por la Secretaría General de Pesca y propone seguir un criterio de descargas anuales contrastado por instituciones científicas. Esta petición de aumento se ampara en que los criterios para asignación de posibilidades de pesca entre flotas son las capturas históricas desembarcadas de patudo en el periodo 2014-2018. Según la moción aprobada usar esta serie temporal, de solo cinco años, «ha perjudicado gravemente los intereses de los pescadores profesionales canarios». Asimismo, señala el documento que «los criterios apuntados por la normativa, tanto para reducir la captura de juveniles, como el darle preferencia a la pesca a pequeña escala, artesanal y costera, no parecen haberse tenido en cuenta ya que la pesca del patudo en Canarias se realiza exclusivamente a caña». Añade que «se capturan los ejemplares uno a uno lo que garantiza la casi inexistencia de juveniles». El consejero insular del sector primario, Javier Parrilla, ponente de la moción, valora: «En este momento de incertidumbre económica debemos proteger y defender a los profesionales». De cara al 2022, cuando se establezca un nuevo reparto «es necesario que se reconozca el uso de los métodos ancestrales de pesca sostenible de la flota de las islas para ampliar las posibilidades de pesca del patudo (tuna)».

Subvención.

El consejero Parrilla anunciaba el pasado día 5 ayudas al sector pesquero por valor de 158.000 euros. Las subvenciones están destinadas a la financiación de los gastos corrientes de las cofradías. El sector mantiene operativas en la Isla a más de 200 embarcaciones en las que trabajan de manera directa unas 650 personas; de forma indirecta, muchas más a través de las empresas y sectores relacionados como los puntos de venta y restauración, distribución, turismo pesquero o venta de consumibles».

Parrilla valora que la supervivencia de las cofradías «garantiza el origen de la pesca, así como su legalidad a través de la imprescindible identificación del pescado capturado mediante etiquetas». El sector de la pesca en Tenerife vuelve a lanzar un mensaje de alerta, un SOS. Merece una respuesta desde las instituciones.