La Federación Insular de Montañismo de Tenerife reclama «máxima seguridad en las excursiones al Parque Nacional del Teide». Lo hace a raíz del rescate el pasado jueves, «complicado» según la valoración de los propios Bomberos, de un grupo de 29 chicos y chicas con diversidad funcional a los que se les hizo de noche en zonas fuera de los senderos marcados. Todo se quedó en un susto, «pero pudo acabar en tragedia».

Chano Gil, vocal de comunicación y medioambiente de la Federación Insular de Montañismo de Tenerife, señala que «adentrarse en el Parque Nacional del Teide con un grupo de chicos y chicas con diversidad funcional debe ser una actividad que tiene que estar acompañada de una dosis extra de seguridad y responsabilidad». Especialmente, añade, «si esa actividad decide realizarse en zonas de dificultad alta, con mayor peligrosidad por las características del terreno, altitud y meteorología».

Gil resalta que «afortunadamente, lo sucedido en la ladera de Pico Viejo quedó en un susto, pero pudo acabar en tragedia». Además, apostilla, «ha conllevado la movilización de recursos de emergencia para que el resultado de una negligencia tuviera un final feliz». Por lo tanto, remarca, «enhorabuena a todas las personas que participaron en este rescate saldado con éxito». Cabe recordar que no es el primer accidente que tiene como escenario este punto de la ladera de Pico Viejo, dentro de Parque Nacional del Teide, aunque el sendero está bien señalizado.

Chano Gil recuerda: «El montañismo tiene un atractivo y una atracción enormes, ya que se trata de un deporte practicado en plena naturaleza, en medio de parajes que impresionan y plagado de experiencias inolvidables». Y sentencia: «Una actividad que pasa de deportiva a formar parte de un estilo y filosofía de vida». Pero, insiste el directivo y montañero, «lo idílico no siempre es sinónimo de exención de peligro. Su práctica, especialmente en la alta montaña, requiere formación, años de experiencia, control, previsión… En definitiva, eliminar o minimizar todos los riegos inherentes a este deporte». Y subraya: «Máxime cuando se guía a un grupo de personas posiblemente ignorantes de todos esos riesgos y peligros».

Gil, portavoz de los montañeros de Tenerife, entiende que «la responsabilidad del que va al frente del grupo comienza antes de dirigirlo. Conlleva cómo andar en un medio extraño, las reacciones a la altitud, al frío, al calor, la posible deshidratación, etcétera». Eso supone «contar con los equipamientos necesarios, un plan de seguridad, métodos de orientación con itinerarios correctos o en caso de pérdida la capacidad de llegar a lugar seguro». En dos palabras: «Formación y experiencia».

Para el futuro.

Los montañeros de Tenerife entienden que «este caso no debe archivarse sin más». Por contra, «evitar futuras situaciones similares tiene que ser el objetivo y para ello hay que hacer una investigación exhaustiva de lo acontecido antes, durante y después de este rescate especial por sus condiciones y características en el Parque Nacional del Teide como publican las redes sociales de Bomberos de Tenerife». Gil se pregunta: «¿Quién organizó la actividad? ¿Qué tipo de formación y experiencia tienen en este deporte? ¿Cómo iban equipados niños y niñas? ¿Qué tipo de seguro de responsabilidad les ampara en la práctica de actividad deportiva de riesgo? ¿Sería sancionable esta acción? ¿Se debería requerir algún tipo de permiso y supervisión?». La reflexión continúa: «Toda Federación de Deportes de Montaña y Escalada, como la nuestra, trabaja sin descanso en informar, valorar, enseñar y exponer todo lo relacionado con nuestro deporte, especialmente la seguridad y el respeto por el medio». Gil apostilla: «Siempre tenemos disposición plena para asesorar y/o colaborar tanto con la administración como con cualquier colectivo en toda aquella cuestión relacionada con nuestra área». Gil insiste de nuevo en dar «la enhorabuena al operativo de emergencia» y «compartir la alegría con los familiares de las personas rescatadas; aún quedándose en un susto, esperamos que haya sido una lección de vida». Resume: «Un final feliz, afortunadamente, pero no sin esfuerzo de los equipos de emergencia en un rescate que no se olvidará por ninguna de las partes».

Los bomberos.

El pasado viernes, 5 de agosto, el twitter y el facebook de Bomberos de Tenerife se hacía eco del rescate en estos términos: «Anoche (madrugada del miércoles al jueves ) vivimos un rescate especial por sus condiciones y características en el Parque Nacional del Teide». Añade el resumen: «Fueron cerca de cinco horas –de las 23:00 a las 4:00– en las que Bomberos del Parque de San Miguel de Abona y Voluntarios de Guía de Isora, junto a personal de Cruz Roja en Santa Cruz, Guardia Civil, Cecopin, Medio Natural del Cabildo y GES Tierra, acompañamos a un grupo de 29 chicos y chicas con diversidad funcional». Explican los bomberos que «este grupo se había salido de sendero y no podía continuar por falta de iluminación». «Se les asistió sanitariamente, ya que alguno de los chicos presentaba pequeñas heridas, y se les prestó ayuda psicológica por la difícil situación que vivieron». Como conclusión: «Después de transitar varias horas por un terreno lleno de malpaís conseguimos llegar hasta la guagua. Final feliz a un rescate especial con un grupo de chicos y chicas fantástico, que recordaremos siempre».

La opinión pública.

En las redes sociales ha habido comentarios para todos los gustos. Algunos en el sentido de «a ver si no vuelve a pasar y no se separan de los guías». O los que se hacen preguntas del tenor «¿no llevaban un guía que viera que se salían del sendero; imagino que ya lo habrían hecho para tener la seguridad de por dónde caminaban y llevaban a estos chicos?». También hay valoraciones sobre el escenario: «El Parque Nacional está bien señalizado, muy marcado, y no es peligroso caminar de noche, solo hay que saber donde se mete uno cuando organiza una actividad con un grupo. Nunca se debe salir de los senderos. Espero que se analice el por qué pasó. No debe ser peligroso caminar de noche». Más cuestiones: «¿Quién es el responsable de ese grupo para salirse del sendero marcado. Como está el patio, ¿hacer senderismo de noche? Menos mal que todo salió bien». Algunos sentencian: «El suceso es fruto de una mala planificación y, además, ¿no está Tenerife en alerta 4, con grupos de no más de 12 personas en subgrupos de 4? ¿Esa ruta no estaba programada y con un guía profesional ?». Incluso los hay que ya han juzgado: «Pues que los multen, así la próxima vez se lo piensan salir de la ruta». Una última reflexión en redes: «Me parece peligroso que por no querer pagar un guía y asumir roles que no corresponden se ponga en peligro a los chicos. Hay que tener muy claro que los logopedas no son guías».

El director insular.

Rubén Fernández, director de Seguridad del Cabildo, califica lo ocurrido de «un accidente; no lo catalogaría de imprudencia». Añade que «se pasaron del tiempo previsto por parar varias veces a descansar y se les hizo de noche. Carecían de linternas porque no esperaban estar tanto tiempo en el sendero». En un momento dado, añade Fernández, «se vieron fuera de lo que estaba marcado y decidieron dar la alarma». Aclara el director insular que «los senderos del parque, salvo el del cono, son de libre acceso, no hace falta pedir permiso. Hay una red al alcance de cualquiera que establece la mayor o menor dificultad, el tiempo de recorrido, etcétera». Considera que «al tratarse de estos niños y niñas tal vez fueran necesarias medidas algo más extremas». Lo desconoce al cien por cien «pero estoy casi seguro de que esta asociación, como ocurre con los colegios, tiene seguro de responsabilidad civil y de accidente». Fernández valora: «Por lo que sé tenían planificada una ruta diurna, pero se les pasó el tiempo. Llegó la noche, se salieron del sendero y se vieron obligados a dar la alarma». Fernández resalta el rescate «que se desarrolló durante varias horas. Hubo que dar asistencia sanitaria a algunos chicos que presentaban pequeñas heridas a consecuencia de tener que transitar por el malpaís». Añade el director insular: «Destaco asimismo el trabajo psicológico para que confiaran en que no había peligro y mantuvieran la tranquilidad». Aclara: «En cualquier tipo de ruta o actividad planificada con antelación el responsable es quien la organiza. Incluso, en una salida de amigos a la montaña, el que la convoca por WhatsApp es el responsable». Pone un ejemplo desde lo público: «En Masca henos regulado el acceso al barranco y los accidentes se han reducido al mínimo. Solo entran los que tengan agua, alimentos, vestimenta o calzado adecuados con un tiempo para recorrer el sendero. El resultado ha sido bueno». Una reflexión final: «Creo que ha sido un accidente, pero hay que planificar muy bien antes de hacer una ruta así con estos niños para evitar posibles eventualidades como esta».

«Fue como una aventura»

Creada en 2017 por un grupo de profesionales relacionados con la atención a las personas con diversidad funcional, la asociación Activoz, promotora de la actividad, tiene mucha experiencia en estas acciones. Así, en el verano de 2019 culminó el Camino de Santiago con un grupo de chicos. Este curso, como es habitual, se marcó un nuevo reto: Activa60. Consistía en recorrer, del 2 al 7 de agosto, 60 kilómetros a pie dentro del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide. En una de las excursiones ha ocurrido el suceso que ha dado lugar a la intervención de Bomberos de Tenerife. El grupo lo formaban unos 30 chicos y chicas con diversidad funcional -trabajan con 120 solo en el municipio de Santa Cruz- y sobre 15 acompañantes. Activoz es una Asociación por la Diversidad Funcional. En su declaración de intenciones lo dejan muy claro: «Buscamos crear actividades de ocio sin barreras, donde podamos convivir en diversidad. Nuestra misión es ser Voz Activa de y por la diversidad funcional». Tras el Camino de Santiago, la pandemia frenó el siguiente objetivo, nada menos que las faldas del Mont Blanc. Sus dirigentes declinaron ayer hacer declaraciones sobre lo que ha pasado en el Teide. Salían de vacaciones y prefieren dejarlo para septiembre. Fuentes cercanas manifiestan que «ellos (los chicos) se lo pasaron muy bien y fue como una aventura». No hubo heridos y todo terminó de la mejor manera. Final feliz, pero hay que tener cuidado.