La popular embarcación de la Virgen del Carmen en el Puerto de la Cruz cumple un siglo de historia que no podrá celebrar con una multitud en el muelle. El próximo martes 13 de julio la Reina de los Mares no volverá a embarcarse para alegría de portuenses y visitantes, que tendrán que esperar, al menos hasta julio de 2022, para celebrar este centenario como merece una tradición tan arraigada. El historiador del arte Eduardo Zalba González se ha dedicado a investigar desde 2019 los orígenes de la procesión marítima que más público reúne en Canarias y ha podido constatar que no comenzó en 1925, como se pensaba, sino al menos cuatro años antes: un martes 12 de julio de 1921, tal y como se refleja en periódicos de la época.

Eduardo Zalba explica el contenido de la exposición a miembros de la Corporación portuense El Día

La Prensa decía el 14 de julio de 1921 que «la procesión de la Virgen del Carmen por la bahía resultó lucidísima. La sagrada imagen fue paseada por el mar en una lancha, escoltándola más de cincuenta botes y lanchas engalanadas, tripuladas por centenares de personas». El cronista del diario fundado por Leoncio Rodríguez añadía que «el acto resultó conmovedor, presenciándolo un gentío enorme, que llenaba por completo las explanadas del muelle y calles adyacentes. También se hallaban atestadas de gente las ventanas, azoteas y balcones».

Una edición anterior de la embarcación portuense El Día

Eduardo Zalba es el responsable de la recién inaugurada exposición Cien años de embarcación, que permanecerá en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) hasta final de mes. Este investigador ha señalado a EL DÍA que «como todo en la historia, y hasta que no se demuestre lo contrario, a día de hoy contamos con datos que nos indican que la primera embarcación fue el martes 12 de julio de 1921. Entendemos que es difícil que aparezca algo que diga lo contrario, pero nunca se sabe si puede descubrirse algún otro dato nuevo. Hasta ahora se pensaba que había sido en 1925 y así se recogía en programas de las Fiestas de Julio y en otras publicaciones recientes, pero no estaba muy contrastado, así que emprendimos esta investigación con las fuentes disponibles».

La embarcación portuense antes de que se sustituyera la imagen de la Virgen del Carmen El Día

Este estudio permitió a Zalba descubrir que en 1921 y 1922 había constancia de los embarques de la Virgen del Carmen en el Puerto de la Cruz. «Trabajamos también con fuentes de 1920. Sin embargo, en ese año no hay ninguna mención en periódicos ni en el Archivo Municipal. También es cierto que la hermandad, la actual Cofradía de Nuestra Señora de la Virgen del Carmen, se creó en agosto de 1919 y es probable que en julio de 1920 aún no contara con fuerza organizativa suficiente para montar una embarcación. Entendemos que el primer año habría una procesión terrestre y que en 1921 ya se produjo la embarcación, tal y como queda acreditado en La Prensa y en La Gaceta de Tenerife».

En aquellos primeros momentos se sacaba en procesión «una imagen de la Virgen del Carmen que se trajo de la Villa de La Orotava, donde no tenía uso», señala Zalba. «Se cree que formaba parte del belén de la iglesia de San Juan y que el párroco de Nuestra Señora de la Peña de Francia, Antonio Marín, que había sido antes párroco en La Orotava, conocería su existencia. No hay nada que certifique este extremo, pero siempre se ha contado la misma versión». Se trataba de «una imagen secundaria del belén, que se usaba como pastora, obra de Nicolás Perdigón en 1888», concreta este historiador del arte nacido en Puerto de la Cruz.

Aquella imagen traída de La Orotava fue la que se estuvo embarcando entre 1921 y 1953, «hasta que en 1954 se empieza a utilizar la talla actual, obra de Ángel Acosta Martín, un escultor portuense que estaba afincado en Tortosa (Tarragona), y que donó la actual Virgen del Carmen a su ciudad natal». La primera talla que salió en procesión marítima en el Puerto de la Cruz se conserva en el museo de la Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, «aunque sin el niño Jesús, que sí se ha perdido» .

La transformación de la embarcación de la Virgen del Carmen en la fiesta multitudinaria que en el siglo XXI ha llegado a reunir a más de 30.000 personas en los alrededores del muelle viejo fue un proceso paulatino. Zalba señala que en las imágenes que se muestran en la exposición del IEHC se ve que «la afluencia de público es creciente, aunque no podemos hablar de un punto de inflexión concreto». Quizás es a partir de los años 60 y 70 del siglo XX cuando la fiesta empieza a reunir a muchísima más gente, «aunque nada comparable a lo que se concentra en la actualidad». Un público que siguió creciendo paulatinamente en los 80, en los 90 y en el siglo XXI.

«Hay otras embarcaciones en la isla de Tenerife, como la de Santa Cruz o la de Bajamar. Sin embargo, ninguna ha crecido al nivel de la celebración portuense, que pese a no tratarse de su patrona, que es la Santa Cruz, aglutina una grandísima devoción», detalla Zalba. En los textos de la exposición, se explican algunas de las claves de esta celebración , «como por ejemplo el dato de que la imagen de San Telmo no se comienza a embarcar hasta la década de los años 60 del siglo XX». La Virgen del Carmen se embarcó en solitario en la ciudad durante más de 40 años. A juicio de Eduardo Zalba, lo que más le llamó la atención de su investigación es «lo mal estudiada que ha estado esta tradición, que se decía que en 2025 iba a cumplir un siglo, y ahora hemos podido determinar, con un estudio un poco más preciso y en algo tan accesible como una hemeroteca, que surgió en 1921». Su investigación continúa abierta.

Zalba considera «una lástima» que este centenario haya llegado precisamente en los tiempos de la pandemia del coronavirus, que impidió el embarque en 2020 y de nuevo obliga a cancelarlo el próximo martes 13 de julio de 2021. «El año pasado pensábamos que igual sería posible celebrarlo en 2021, pero dadas las características tan multitudinarias de esta celebración, habrá que esperar para ver si en 2022 es posible disfrutar de este centenario como merece: con una gran embarcación».

El alcalde portuense, Marco González (PSOE), asistió esta semana a la apertura de la exposición del IEHC junto a otros ediles del gobierno local, como Carolina Rodríguez y Alberto Castilla, y de la oposición, como Ángel Montañés (PP). El mandatario de la ciudad y responsable del área de Identidad Portuense quiso subrayar «el esfuerzo que se ha realizado para juntar en esta exposición imágenes que nos recuerdan nuestra historia en un recorrido hermosísimo por una embarcación que ha marcado a generaciones y generaciones de portuenses». A su juicio, esta muestra es «un guiño de la ciudad a esa esperanza de que muy pronto podamos ver a la Virgen del Carmen navegando por la costa portuense».

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El Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) acoge hasta el día 30 de este mes la exposición, que puede visitarse de lunes a viernes de 10:00 a 13:30 horas, salvo el martes 13, día festivo local. Esta muestra, coordinada por Eduardo Zalba, cuenta con una veintena de fotografías, paneles explicativos y artículos de prensa histórica que permiten hacer un recorrido por la evolución de esta célebre procesión marítima y terrestre.

El error de las fiestas fundacionales

Eduardo Zalba también ha profundizado en el error de referirse a las fiestas patronales de la Cruz, que se celebran cada 3 de mayo en la ciudad turística, como «fiestas fundacionales». Este historiador del arte subraya que se trata de una equivocación repetida hasta la saciedad desde los años 80: «La Real Cédula de Felipe IV», del 28 de noviembre de 1648 y que entró en vigor el 3 de mayo de 1651, «no hace referencia a la fundación ni a la independencia de Puerto de la Cruz, sino a la constitución de La Orotava como Villa exenta y a su separación formal de La Laguna». Como el Puerto de la Cruz pasa a depender entonces de La Orotava, pues simplemente deja de estar adscrito administrativamente a La Laguna, «pero no puede considerarse, de ninguna manera, una fiesta fundacional que, por otra parte, no celebra ningún municipio, aunque haya casos, como Buenavista del Norte, que sí cuentan con una fecha concreta de constitución. Lo único correcto es hablar de fiestas patronales, puesto que la única patrona del municipio es la Cruz». Zalba ahondará en estos argumentos en su conferencia La historia cambiante, prevista para hoy, a partir de las ocho de la tarde, en el antiguo convento de Santo Domingo, junto al Ayuntamiento de Puerto de la Cruz. | R.S.