El Polígono Industrial La Campana, en El Rosario, vivió ayer un día histórico: la inauguración oficial de la Estación Depuradora de Aguas Residuales que viene a resolver en doce meses el problema histórico del vertido de las 280 empresas instaladas en dicho enclave y, a su vez, se convierte en el primer polígono industrial con esta instalación en toda Canarias.

La construcción de la instalación fue una de las primeras demandas que planteó Escolástico Gil, de IR-Los Verdes, nada más acceder a la Alcaldía en junio de 2015, en la reunión que celebró al mes siguiente con el entonces presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, a quien le exigió también la mejora del Polígono Industrial de La Campana.

En julio de 2015, el entonces mandatario insular se comprometió a la mejora del polígono y a la construcción de la que se negoció como depuradora insular en La Campana, según Gil. Hasta ese momento, el ‘alcalde verde’ había advertido de que las empresas instaladas en el polígono industrial carecían de una depuradora para realizar el vertido de aguas.

En mayo de 2019 se celebran las elecciones y accede a la presidencia insular el socialista Pedro Martín, con el apoyo de Ciudadanos y Podemos, y en febrero de 2020 se registra una fisura en el pozo de la urbanización Costanera que provoca el vertido al mar y la consiguiente denuncia que realiza Podemos contra Escolástico Gil. Precisamente esta rotura permite descubrir que el anterior equipo de gobierno –anterior a 2015– había autorizado a las empresas a conectarse al pozo de Costanera.

La Campana, primer polígono industrial de Canarias con estación depuradora

El alcalde reconoce sentirse desbordado con «el helicóptero y la patrullera de la Guardia Civil vigilando la costa y el Seprona siguiendo sus pasos», por lo que acude a una reunión con el presidente del Cabildo, según su versión, para solicitar la construcción inmediata de la depuradora que resuelva el vertido al mar. En aquella reunión, en la que puso a disposición del Cabildo un parcela en el polígono de 8.000 metros cuadrados, solo consigue un «búscate la vida» del presidente Martín, como recordó en el discurso que pronunció ayer. Con los informes preceptivos de los técnicos municipales emprende la declaración de emergencia para construir en doce meses la depuradora que nunca se construyó desde la puesta en marcha del polígono industrial de La Campana, en 1988, hace más de treinta años.

Paradojas de la política, CC y PP, a nivel municipal, denuncian al alcalde y al concejal de Aguas de El Rosario por entender que con esta declaración de emergencia podría incurrir en una posible prevaricación, extremo que desestimó la jueza cuando solicitó un exhorto a otro juzgado para verificar que Gil estaba denunciado justo por lo contrario: por no resolver el vertido de aguas industriales al mar. Y la denuncia quedó archivada.

Antes, el alcalde también tuvo que lograr la financiación para costear los 3,3 millones que en total ha supuesto resolver los vertidos: con la construcción de la estación en Costanera –500.000 euros–, la colocación de una bomba en la parte baja del polígono, la depuradora que se inauguró ayer y costear los 800.000 euros que supuso el carrusel de cubas para llevar las aguas negras a la depuradora de Santa Cruz de Tenerife hasta la construcción de la nueva, en El Rosario.

Las relaciones con el Cabildo, bajo signo socialista, han evidenciado la falta de entendimiento, hasta el punto de que el equipo que sustituyó a Carlos Alonso negó que se tratara de una depuradora comarcal la actuación que pretendía el Ayuntamiento de El Rosario y dejó sin partida presupuesto su construcción. De nuevo, otra paradoja: una enmienda presentada por la CC de Carlos Alonso, con los votos de PP y la abstención de Podemos, y el rechazo de PSOE y Ciudadanos permitió que la Corporación insular costeara con 1,5 millones –la mayor aportación– la nueva depuradora; a los que se sumó 300.000 euros de las empresas y 200.000 de las arcas municipales para su financiación.

‘Mar de fondo’ en la depuradora

Con este ‘mar de fondo’, el alcalde de El Rosario convocó para el mediodía de ayer la inauguración de la depuradora en el Polígono Industrial de El Rosario, y estuvo flanqueado por una amplia representación empresarial, el vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez –quien no ocultó su apoyo y complicidad con el mandatario municipal–, así como el consejero autonómico de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, quien hizo acto de presencia el tiempo justo antes de irse a vacunar, conocedor de las demandas de Escolástico Gil desde 2015, cuando el propio Valbuena estaba en el Cabildo Insular, cogobernando con Carlos Alonso. «Pero debe ser que esos son otros socialistas diferentes a los que gestionan ahora el Cabildo», dijo un reivindicativo Escolástico Gil.

Antes, el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, manifestó la importancia de estas instalaciones en Canarias para «revertir la situación medioambiental en el Archipiélago», mientras que Román Rodríguez valoró la iniciativa del Ayuntamiento de El Rosario en tanto lleva a los hechos los discursos en relación a la sostenibilidad, un modelo para Canarias.

El vicepresidente alertó también de los impactos demográficos en el medio ambiente y en la sostenibilidad de los servicios públicos, los equipamientos e infraestructuras. «Debemos repensar este asunto en las Islas», dijo.

Al término del acto, el consejero de Desarrollo Sostenible del Cabildo de Tenerife, Javier Rodríguez Medina, aseguró que se había trasladado la inauguración de la depuradora y «después de llegar al segundo control y verificar que no figuraba en la lista de invitados, decidí marcharme porque no voy a donde sé que no soy bien recibido y no va conmigo protagonizar ningún desaire».

Desaire institucional

El consejero atribuye directamente al alcalde que no le permitieran el acceso, lo que evidencia «una actitud fuera de lugar para un responsable político que evidencia el nivel de mediocridad política que se practica en El Rosario», incurriendo en «una falta de respeto con el Cabildo, la administración que mayor esfuerzo inversión ha realizado en la depuradora», añadió.

«Es evidente la baja estofa y el sectarismo del alcalde», además de que cuando se iba a marchar asegura que le atravesaron un coche de la Policía para impedirle el paso a los aparcamientos, «algo que no es propio de quien tenga una salud mental media», responsabilizando de ello a Escolástico Gil.

Desde el ayuntamiento confirmaron que a las ocho y media de la mañana el jefe de Protocolo del Cabildo disculpó la ausencia del presidente y del consejero de Desarrollo Sostenible, que se dirigió el 1 de junio y se fijó plazo para confirmar, si bien el propio Javier Rodríguez Medina precisó a este periódico que confirmó su asistencia una hora y media antes del acto, frente a la versión del Ayuntamiento de El Rosario, que asegura que solo confirmó con diez minutos de antelación al inicio de la inauguración. Desde el ayuntamiento se recuerda que también se aplicó el protocolo Covid de seguridad para controlar a los asistentes.

Resta ahora que Cabildo y Ayuntamiento de El Rosario también depuren sus relaciones políticas.