Los plenos de los ayuntamientos de Vilaflor de Chasna y La Orotava aprobaron ayer su hermanamiento oficial por lazos históricos, culturales, etnográficos y sociales. La propuesta, que fue una iniciativa del PSOE villero en 2017, pone el énfasis en la importancia del Camino Real de Chasna, «una ruta histórica que comunica desde hace más de quinientos años las comarcas del Norte y del Sur de la isla, una vía de comunicación mercantil, territorial, social y cultural entre ambos municipios».

El Ayuntamiento villero recuerda que este camino fue «inicialmente utilizado por los aborígenes isleños para la trashumancia del ganado, a través de Las Cañadas, y comunicaba los dos principales menceyatos de la isla: Abona y Taoro. Tras la conquista, y hasta las primeras décadas del siglo XVII, se generó una vinculación administrativa, por lo que los vecinos de Vilaflor de Chasna tenían que desplazarse hasta La Orotava, a través de la cumbre, para poder resolver sus asuntos legales o administrativos. También el camino fue un laboratorio de experimentación científica de primer orden, sobre todo en el ámbito botánico, desde el siglo XVIII. Los naturalistas y científicos analizaban in situ, la influencia de la altitud en la estratificación climática y las variaciones del paisaje. También se realizaron estudios de la climatología y su repercusión en la salud».

La llegada del siglo XX supone un lento languidecer de este camino real, debido a la evolución socioeconómica experimentada por la isla. En 1947 concluye la obra de la carretera que comunica La Orotava con Vilaflor de Chasna a través de Las Cañadas, lo que generó el abandono del camino real como principal vía de comunicación. El acuerdo de hermanamiento se concretará en un acto oficial en ambas localidades, previsto para el mes de julio.