El grito de alerta de los cerrajeros tinerfeños es muy claro: «Mucho cuidado con quién te arregla la cerradura». En este sentido, los profesionales piden al usuario que busque las máximas garantías del servicio recibido para no llevarse la sorpresa de tener que soportar una factura con una tarifa abusiva 

Los profesionales de la cerrajería de seguridad en Tenerife advierten a los usuarios de «la necesidad de confirmar las garantías del servicio que reciben». Lo asegura Cristóbal Izquierdo, de la Cerrajería Los Príncipes de Ofra, quien también alerta del cuidado que hay que tener con los posibles abusos en tarifas y facturas. Recomienda huir del clásico manitas y recurrir siempre a las empresas especializadas que, asegura, las hay en la Isla «con una gran formación, tanto a nivel técnico como administrativo».

«Casi 600 euros por un servicio de apertura y cambio de cerradura». «Una mujer recibe un cargo por error de más de 4.000 euros de una empresa de cerrajería 24 horas». «Una empresa en Nochevieja cobra más de 1.000 euros por una apertura de puerta». Simples ejemplos en puntos de la Península. Pero también ha habido y hay casos en Tenerife. Grupo Cerrajeros es uno los colectivos que aglutina a estos profesionales a nivel nacional. Con afiliados en la Isla, como Izquierdo.

«Aplaudimos las recomendaciones que ofrecen el Grupo o la Unión de Cerrajeros de España (UCES)» apunta Izquierdo, quien añade: «Estamos de acuerdo en que la identificación como profesional de esta actividad es un factor clave para tener una garantía en el servicio y evitar complicaciones posteriores».

Recuerda Izquierdo que «lo que hay que tener en cuenta cuando se llama a un cerrajero –léase también fontanero, electricista, carpintero, albañil, etcétera– es que se trate de una empresa con una sede física, donde se pueda facilitar cualquier dato a nivel de precios, garantías y demás». Pero, subraya, «aún es más importante quién es el profesional que va a nuestra casa». Explica: «En general, todos estos consejos nos sirven para cualquier empresa de servicio que solicitemos con el objetivo de tener la tranquilidad y la garantía de un trabajo». Resume que para evitar situaciones de abusos «busquen profesionales de confianza, solicite presupuesto previo y no firme documentos sobre los que no se esté de acuerdo». Recomienda huir de los manitas y de empresas exprés abrepuerta, porque «lo que parece barato, acaba saliendo muy caro».

Entre los grupos de profesionales las conversaciones van estos días dirigidas a la diferencia entre homologado y acreditado. Y se meten mucho con las definiciones del diccionario. Un ejemplo al azar: «¿Qué es un cerrajero homologado? ¿Quién da esa calificación? Mejor sería acreditado».

El humor no falta. Como el del cartel con los supuestos precios de un trabajo. Va del «por estar mirando, 10 euros» al «60 euros porque lo viste en internet y era facilísimo». Si se queda en eso, bien, pero si termina siendo una realidad hay que preocuparse.