Es el único de los tres alcaldes de CC en la comarca con mayoría absoluta y el segundo en veteranía como gestor municipal (solo le supera el socialista José Miguel Rodríguez Fraga). Demanda como urgente la simplificación administrativa por esencial para mejorar la respuesta a las necesidades ciudadanas y no está decepcionado con el cambio político en el Cabildo y el Gobierno canario porque no tenía expectativas.

Hablar de San Miguel es hacerlo del enlace Las Chafiras-Oroteanda. Parece una obra gafada.

Tristemente, hay una sentencia que obliga a paralizar la obra un año. Eso no favorecerá ni las inversiones ni el crecimiento que, entiendo, podría tener San Miguel.

¿Mantiene su defensa del Tren del Sur?

Total. Empezarlo hará que lo tengamos en 15 años y si hay quien lo financie, mejor; no podemos seguir con los atascos. ¿Dónde están las dificultades medioambientales del tren?

Al final le tocó formalizar la recepción de Amarilla Golf.

Ha sido un proceso muy largo, desde el año 2000. A través de la Sociedad Municipal de Urbanización y Vivienda, en convenio con los propietarios, se invirtieron más de 12 millones en terminar la urbanización. Ya gestionamos todos los servicios públicos en la zona, como en cualquier otro barrio.

En paralelo, ejecutan la unión viaria con Golf del Sur.

La idea es que esta vía contribuya a materializar la idea de que San Blas, Amarilla Golf y Golf del Sur sea un núcleo único que conforma Costa San Miguel. Para ello, próximamente culminaremos con la recepción de la urbanización Golf del Sur, antiguo Centro de Interés Turístico Internacional El Guincho. Lo mismo haremos con San Blas.

San Miguel gana peso en el turismo de la comarca...

Somos el cuarto municipio de la Isla en número de camas turísticas, detrás de Arona, Adeje y Puerto de la Cruz. No llegamos al 40% respecto al índice de población, pero sí tenemos elementos importantes, como los campos de golf, la marina y turismo rural. Este no es un municipio turístico, pero sí avanzamos en ese sentido.

De hecho, se avecina la construcción de otro hotel.

Sí. Ya hemos dado la licencia para construir un complejo extrahotelero de cinco estrellas, a edificar en la parcela 7b de Golf del Sur, con 152 camas distribuidas en 62 unidades alojativas.

¿Esta ante un municipio ejemplo de la diversificación económica?

Sí. Las Chafiras es un polo importante de atracción inversora no solo industrial, sino comercial. Es un plus para San Miguel y para la comarca. Su relevancia nos lleva a plantear la expansión del polígono, a través del Plan General de Ordenación supletorio que elabora el Gobierno de Canarias. Ese crecimiento es factible en la bolsa de suelo que habrá entre el polígono y el enlace de Oroteanda y el nuevo enlace de Las Chafiras. A pesar de la pandemia, los inversores apuestan por la costa y por la zona comercial de Las Chafiras.

¿Para cuándo ese nuevo planeamiento?

Al realizar modificaciones sustanciales, este verano saldrá a información pública. La previsión del Gobierno de Canarias es que el proceso termine a mediados del próximo año porque, además, hay que evitar que caduque la Declaración de Impacto Ambiental para no tener que volver al inicio.

Hablábamos de más de 20 años para recibir Amarilla Golf, pero lo de tener playa es una demanda casi diluviana...

Siempre nos hemos topado con Madrid. Hace cinco meses que pedimos a Costas la concesión para ejecutar nosotros la playa de San Blas. Ya ni siquiera ponen pegas, directamente no contestan. Si, como dicen, las competencias en el litoral serán transferidas a Canarias a partir de junio, espero que cambie la sensibilidad y nos autoricen a construir, no digo financiar, la playa de San Blas. No podemos seguir con 5.000 camas turísticas y cuatro kilómetros de costa y no tener playa si queremos seguir siendo un municipio del Sur con posibilidades de mantener el empleo. Digo empleo porque está muy ligado al desarrollo turístico que tengamos.

Tampoco se puede quejar mucho de los datos de empleo que registra este municipio.

Con un 24%, comparado con los del entorno estamos en mejores condiciones. Pero siempre es preocupante, porque el último año el desempleo aquí creció un 40%. De ahí que el objetivo es generar puestos de trabajo a través de los programas oficiales o tocando a la puerta de los inversores para que contraten mano de obra local. Cierto que no siempre se cumplen las promesas que nos hacen, pero también hay que ser conscientes de que precisamos más formación. Es una asignatura pendiente. Algo está fallando, porque generamos empleo pero los ocupan muchos foráneos.

Con esos datos y la pandemia, Servicios Sociales tiene que estar notando mucho los efectos directos en la población...

Las personas, lo primero. Tenemos músculo financiero y procuramos que no haya ni un vecino sin ayuda. Triplicamos la partida del año anterior en función de la demanda y modificamos la ordenanza para establecer condiciones que incrementen la cifra de beneficiarios.

¿Y lo de obras públicas para contribuir a la recuperación?

Veinte millones para invertir. Ahí está el acondicionamiento de la playa de San Salvador, el paseo del Charco de Archile y la Punta de Romba, servicios, repavimentaciones... Eso será un revulsivo. Si le sumamos, los convenios, la recaudación por licencias para actuaciones privadas... Todo eso da trabajo.

Hablaba de formación. ¿Hay respuesta adecuada a los años de demandas de infraestructura en Educación?

San Miguel es el municipio de la Isla que más crece demográficamente. Eso debe ser respondido con servicios fundamentales y viviendas. Nosotros no queremos crear una gran ciudad, queremos que el carácter de pueblo se impregne en el municipio y no que San Miguel se convierta en un lugar para dormir. En ese marco, los centros educativos ya son insuficientes. Ocho años después de cedido el suelo en Llano del Camello, Educación va lenta. La zona baja también precisa un colegio y vamos a ceder suelo en Las Chafiras para otro, a ver si se dignan considerarlo.

¿Usted es persistente en quejarse del exceso de burocracia?

Podemos disponer de financiación, como ahora de Europa, pero si no se produce una simplificación administrativa, la lentitud de los trámites dilatan obras muy necesarias y urgentes. Un ejemplo es el centro de salud de Las Chafiras. Esperábamos tenerlo a mitad de año y resulta que la obra lleva parada tres meses por un modificado del proyecto.

Citaba la necesidad de viviendas...

En breve cederemos al Gobierno canario una parcela de 7.000 metros cuadrados para construir 70 viviendas en Las Chafiras. Pero lo que crece de forma preocupante en la ocupación de inmuebles, sobre todo en la zona costera.

Lo que no cambia son los recursos en seguridad.

Seguimos dependiendo de una Guardia Civil que tiene una pareja para el servicio nocturno para Granadilla y San Miguel y, además, no podemos aumentar la plantilla de la Policía Local. Eso se compensa con que somos un pueblo tranquilo y sin grandes problemas.

¿Satisfecho con este Cabildo?

Me quejaba cuando estaba mi grupo, CC, y me quejo más ahora. El aparato de Carreteras va extremadamente lento, pese a la voluntad política. La eficacia no da los resultados necesarios en las vías de nuestro municipio. El Cabildo tiene que hacer un esfuerzo y reforzar este servicio.

¿Nota el cambio en los gobiernos supramunicipales?

No, no noto la diferencia. CC tenía más claras las ideas de lo que necesita la Isla. Estamos siendo demasiado sumisos con el Gobierno central.

¿Nota el Sur que el presidente de Cabildo es de la zona?

Como no esperaba que las cosas cambiaran mucho, no lo noto. Deseo que lo hagan mejor que los anteriores, pero no estoy seguro de que lo logren. Faltan iniciativas importantes y con perspectiva.

¿Repetirá como candidato?

Arturo no es nadie sin el equipo. Seguiré mientras el cuerpo aguante. A día de hoy, no tengo pensado retirarme. San Miguel tiene muchas cosas por hacer.