El Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Guaza se construye en Parque de La Reina desde el 15 de mayo de 2018, fecha en la que fue colocada la primera piedra. El 12 de enero de 2020 debió concluir su construcción. Sin embargo, 540 alumnos siguen recibiendo clases en las aulas modulares, prefabricadas o barracones que conforman el centro académico activo desde el curso 2002-2003, situado junto a la carretera TF-66, que enlaza Guaza y Las Galletas. Ahí comenzarán el próximo año escolar. La causa de esta demora en la terminación del nuevo instituto está en el desacuerdo existente entre la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes y la constructora Proyecon Galicia.

La consejera regional del área, Manuela de Armas, reconoció que “se ha empantanado” la negociación que el Gobierno canario mantiene con la empresa a raíz de las peticiones formuladas por esta para completar la obra. Una construcción que lleva más de un año “a ralentí” –con dos o tres operarios “dando martillazos”, según informan desde la Asociación de Padres y Madres (AMPA)– y que le fue adjudicada tras presentar una baja del 31% respecto al presupuesto de licitación, aseguró De Armas en declaraciones a Radio Club Tenerife.

De hecho, la Dirección General de Centros, Infraestructura y Promoción Educativa informó (mayo de 2020) que el presupuesto del nuevo IES Guaza se elevaba un 6,5% (en torno a 383.000 euros) hasta casi los 6,3 millones. La causa era un acuerdo alcanzado con Proyecon Galicia, cuya contrapartida era la inclusión en el proyecto un ascensor, aire acondicionado en el salón de actos, mejoras de eficiencia energética y ampliar la red wifi, dijo la directora general, María Candelaria González.

Persisten los problemas

Casi un año después, los problemas persisten y la consejera de Educación (nombrada un mes después de dicho anuncio), admite que “hemos tenido dificultades con la empresa”, con la que aseguró haber mantenido dos conversaciones durante las últimas semanas. Manuela de Armas anunció ayer en la SER que durante la semana en curso será cuando la consejería tome la decisión respecto a si acepta las demandas de la constructora para impulsar los trabajos o el Ejecutivo acude a la vía judicial para rescindir el contrato.

Soraya Pérez, secretaria de la AMPA, muestra la “impotencia” que siente la comunidad educativa ante el “abuso de la consejería y de la constructora”, porque en la primera “no percibimos contundencia en sus decisiones” y, en el caso de la empresa, “podría estar aprovechándose de la situación”. Lo manifiesta transcurridos dos meses desde que el 27 de febrero AMPA y Educación mantuvieran un encuentro telemático “en el que De Armas nos trasladó la intención de que continúe la misma constructora para evitar más demoras”, porque una rescisión de contrato requeriría otra licitación para adjudicar la conclusión del nuevo IES Guaza.

Situación insoportable

Como resultado, “los niños y los profesores siguen sufriendo las consecuencias de un centro que no reúne las condiciones exigibles”. Soraya Pérez explica que en el instituto prefabricado “cuando no se revienta una tubería tienen que achicar aguas negras, o dar clases en el patio porque el calor es insoportable, o no correr para evitar problemas por la inestabilidad del suelo, o que si llueve no puedan ir a clase porque se inunda o hay goteras...”.

El malestar reina entre los padres y madres, especialmente. “Queremos hablar con serenidad y educación, pero llega un momento en que esto es la repanocha. Es hora de decir hasta aquí llegamos”, apunta Soraya Pérez. La pandemia, además de dividir a los 540 alumnos en dos grupos de 270 que acuden por la mañana y por la tarde, “nos dificulta cualquier acción de protesta y de demanda”, apostilla.

Tal y como le hicieron saber a la consejera de Educación, “no queremos promesas, queremos ver gente trabajando en esa obra y fecha para entrar en el instituto”. Pero la realidad les lleva a aceptar que “en enero de 2022 esté esta construcción terminada”. Hastío que transmite la AMPA como reflejo de más de una década de lucha para que el alumnado del IES Guaza disponga de “las instalaciones adecuadas para desarrollar su vida académica con normalidad y calidad”. Soraya Pérez tiene dos hijos. El primero ya pasó por el centro y el otro, cursa segundo de la ESO.

El 4 de diciembre de 2017, la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias adjudicó la construcción del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Guaza a la empresa Proyecon Galicia por 5.885.885 euros. Con capacidad para 680 alumnos, se edifica en un solar de 13.120 metros cuadrados y tendrá 22 unidades. Secundaria constará de 18 aulas polivalentes y dos como talleres de Tecnología, Música, Informática, Educación Plástica y Visual, Desdoble y Pedagogía Terapéutica. Bachillerato tendrá cuatro aulas polivalentes y una de Informática, Dibujo y Audiovisual, Multifuncional, Artes, Administración, Idiomas, Desdoble de Grupo y Plástica y Visual. El centro contará con un pabellón de deportes cubierto, un salón de actos con salida al exterior para su uso como centro cultural para la zona, así como aparcamientos para el personal en el semisótano.

Povisional durante 18 años

El actual IES Guaza surge como solución de urgencia hace 19 años, para atender la explosión demográfica que registró Arona al inicio de este siglo. Después de tres meses de obra, el IES Guaza fue inaugurado el 12 de septiembre de 2002, siendo el primer centro educativo modular construido en Canarias. Hoy, el único de Tenerife. Dotado de 108 aparatos de aire acondicionado y sistema contra incendios en cada uno de los módulos, su construcción en 9.870 metros cuadrados cedidos por el Ayuntamiento de Arona al Gobierno de Canarias costó 2.410.000 euros. Pensado para acoger de forma provisional al alumnado del Instituto de Cabo Blanco, que estaba en construcción, Educación decidió mantenerlo operativo para Guaza, Parque de La Reina, Guargacho, Palm-Mar y una parte de Buzanada porque el centro de Cabo Blanco fue puesto en servicio ya saturado. Lo que comenzó siendo un complejo educativo provisional en su construcción –se proyectó para una vida útil de tres años–, permanece operativo desde hace 19 años. En este tiempo, los barracones del IES Guaza experimentan un gran deterioro, presentando deficiencias graves como consecuencia de su uso prolongado. Esta situación ha motivado actuaciones constantes de parcheo.