La primera reunión del año 2021 de la mesa técnica de control de la plaga de termita subterránea Reticulitermes flavipes en Tenerife ofreció ayer datos muy esperanzadores respecto al tratamiento contra estos insectos en dos focos secundarios de Arona y Los Naranjeros, donde la actividad de la plaga ya es “inexistente”, según anunciaron desde la empresa Tragsatec, encargada de los trabajos de control en la isla. Pese a los buenos resultados, se continuará trabajando en ambos lugares hasta certificar la desaparición definitiva y, además, aún queda mucho por hacer en el resto de focos activos. La zona más afectada y origen del problema se sitúa en el entorno de Juan Fernández, Tagoro, El Pris y Puerto de la Madera, en Tacoronte, y Valle de Guerra, en La Laguna. También existe otro foco menor en Santiago del Teide.

La consejera de Gestión del Medio Natural y Seguridad del Cabildo de Tenerife, Isabel García PSOE), presidió esta reunión, en la que participaron los responsables de los ayuntamientos implicados, el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IPNA-CSIC), el Gobierno de Canarias y técnicos del Cabildo y de la empresa Tragsatec, que se encarga de las labores de control y erradicación.

Juan Pestano, responsable de los trabajos de Tragsatec en la isla, anunció que “tanto en el foco de Arona como en el de Los Naranjeros, la actividad de la plaga es inexistente. Aún no podemos anunciar que ha sido erradicada, pero en los últimos seis meses en ambas localizaciones no se ha registrado ningún movimiento del insecto, por lo que pronto podremos anunciar que hemos acabado con ellas en estos lugares”.

En noviembre de 2019 se detectó el foco del entorno de la calle Las Turroneras, paralela a la autopista del Norte (TF-5) y cercana a la rotonda de Los Naranjeros, a casi tres kilómetros y medio del área más afectada por la plaga en Tacoronte. Ese mismo año se localizó una población de Reticulitermes flavipes en la costa de Santiago del Teide. El foco de Arona es anterior a 2018.

García destacó que esta buena noticia respecto a dos focos alejados del epicentro del problema “refuerza la estrategia que hace más de un año el Cabildo puso en marcha con determinación y esfuerzo para combatir esta plaga. Seguimos trabajando intensamente y de manera coordinada con los ayuntamientos para alcanzar los objetivos marcados cuanto antes y poder anunciar que tenemos la plaga bajo control”.

Ese objetivo requerirá aún más tiempo y esfuerzo económico, por lo que García adelantó que “el Cabildo aportará a la lucha contra esta plaga 700.000 euros de presupuesto de 2021 que se unirán a los 300.000 euros del Gobierno de Canarias”. Habrá un millón de euros para continuar en los próximos meses con los trabajos de control y erradicación.

La reunión sirvió, además, para presentar la página web oficial dedicada a esta plaga en Tenerife (www.infotermitastf.com), en la que se ofrecen recursos informativos para ayudar en la labor de control. Los visitantes de esta web podrán contemplar imágenes, vídeos, descripciones e, incluso, los mapas de afección en la isla. A través de esta página, que ofrece mucha información práctica, se podrá notificar la presencia de nuevos termiteros o resolver dudas.

La mesa acordó, además, centralizar las parcelas de acopio de residuos afectados en un solo espacio para optimizar los recursos de astillado y recogida e, incluso, para facilitar los traslados de los propágulos tratados al centro ambiental de Tenerife.

Al menos desde 2005

La plaga de termitas subterráneas Reticulitermes flavipes tiene su origen en Tacoronte y pronto llegó a La Laguna. Se convirtió en noticia en junio de 2017, pero estos insectos originarios de Estados Unidos se asentaron en Tenerife mucho antes, al menos en 2005, cuando se detectaron por primera vez en una casa de una urbanización de Juan Fernández, en la costa de Tacoronte. Estas termitas llevan al menos 16 años reproduciéndose en el subsuelo de esta zona del Noreste de la isla.