La utilización masiva de toallitas húmedas en los hogares de Arico está provocando que la acumulación de fibras y tejidos en las redes de saneamiento causen averías por atascos, bloqueos y roturas internas en las tuberías y en los equipos de bombeo encargados de impulsar el agua residual hacia la planta depuradora, según transmiten el alcalde, Sebastián Martín Pérez; Pedro Andrés González, concejal de Bienestar Social y Sanidad, y Aitor Delgado, jefe de servicio de Aqualia. Para la limpieza y mantenimiento de la red, de 15 kilómetros de extensión, el Ayuntamiento destina al año más de 80.000 euros.

El servicio municipal de aguas cuenta con siete estaciones de bombeo, en las que, en lo que va de ejercicio, la empresa concesionaria ha realizado más de 16 limpiezas, recogiendo 137 metros cúbicos de residuos sólidos.

Estos residuos se acumulan no solo en la red de alcantarillado y las rejas de desbaste de las estaciones de bombeo, sino que el problema se traslada a las casas, donde las arquetas sufren atascos por la acumulación de toallitas. En los 800.000 litros de agua que cada día recoge, los tejidos de las toallitas se acumulan con más residuos en la red de alcantarillado, como compresas, preservativos o bastoncillos, también arrojados incorrectamente al váter, aumentando su tamaño hasta el punto de provocar atascos y el bloqueo de las bombas.

El alcalde, Sebastián Martín, señala que “todo ello provoca importantes costes de mantenimiento de las infraestructuras del Servicio de Aguas, inversión que, de no dedicarse a solucionar este problema, se podría dirigir a mejoras técnicas de la red”.