“El Partido Socialista ha tenido buena voluntad para sacar adelante los proyectos esenciales, pero la gestión para ello en dos años ha sido nula, cero. Están copiando y haciendo la mala gestión de Coalición Canaria que tanto criticaban”. Emilio Navarro, alcalde de Santiago del Teide –el municipio de la comarca situado más al Suroeste–, sintetiza lo que muchos colectivos sociales y grupos políticos vienen manifestando (en público y/o en privado) a la hora de evaluar el estado de las grandes obras que demanda el Sur desde hace décadas. El Hospital del Sur –”un eufemismo”, para muchos– es el ejemplo de lo que sucede.
Con más de dos años de retraso para terminar el bloque quirúrgico y obstétrico (quirófanos y paritorios), además de una planta de hospitalización, “el Sur debía tener, hace mucho tiempo, un hospital público de primer nivel que responda a las necesidades de sus 300.000 habitantes y de los millones de turistas que llegan aquí. Igual que demandamos de la iniciativa privada complejos hoteleros de nivel alto, los vecinos tienen derecho a la mejor atención sanitaria pública”.
En la misma línea que Navarro se manifiesta José Domingo Regalado, alcalde de Granadilla de Abona, quien emplea el término “urgente” para reclamar el Hospital del Sur “frente a otros proyectos. Las necesidades sanitarias no admiten más demoras”. De ahí que también considere necesarios “nuevos centros de salud, centros educativos y viviendas de protección oficial que den cobertura a las necesidades reales de las familias más vulnerables”.
Arturo González (San Miguel de Abona) sincretiza y apunta a que “los que tanto criticaron a CC por el retraso de las obras, ahora se están dando cuenta de que los procedimientos, a todos los niveles, son muy engorrosos y dificultan la evolución de las obras. Lo mismo está ocurriendo con el centro de salud de Las Chafiras”.
La necesidad de apostar por la sanidad pública a través de la descentralización sanitaria es una evidencia acentuada en este tiempo de pandemia, según Sebastián Martín, alcalde de Arico, “pero el Sur tiene que contar ya con un centro hospitalario en los términos que responda a las necesidades que en esta materia tiene toda la comarca”
En tierra de nadie, políticamente hablando, el alcalde de Arona, José Julián Mena, sostiene el mismo discurso que hace seis años: “Primero, el hospital; después, hablaremos de los trenes, como llevamos haciendo varias décadas. Mantengo la apuesta por el tercer carril entre San Isidro y Adeje, pero no en los términos que plantea el Gobierno de Canarias, que no da un trato adecuado a Arona, donde queremos el soterramiento de parte de la autopista, de la misma manera que se establece para otros municipios”. Una clara alusión a Adeje, que no aparece en este reportaje por autoexclusión, como los otros municipios socialistas de los que este periódico recabó su opinión al respecto.
El tercer carril, lo segundo
Dice Mena que la comarca Sur ha multiplicado su población en esas décadas “sin que ese importante incremento haya ido acompañado de las infraestructuras necesarias. Es decir, nos adentramos en el siglo XXI con prácticamente las mismas de hace veinte años”. Esa es una realidad incuestionable. Crece la población y crecen los problemas por déficit en inversión y gestión de las obras necesarias. “Ese análisis lo hice durante el pasado mandato y lo mantengo en este, apuntando tanto al Cabildo como al Gobierno de Canarias”.
El estado de la red viaria y sus consecuencias –la pandemia parece haber ubicado en el olvido las retenciones kilométricas diarias entre San Isidro y Adeje– es el otro ejemplo. “Es evidente que el Sur sufre históricamente un colapso que padecen los trabajadores del polo económico más importante de nuestra comarca, también los turistas. En este momento de crisis pandémica, tenemos la oportunidad para planificar y desarrollar esa infraestructura necesaria que descongestione los accesos desde Santa Cruz hasta el Sur”, apunta Sebastián Martín.
Con la construcción del enlace Chafiras-Oroteanda paralizado por orden judicial, el proyecto del tercer carril San Isidro-Adeje (del que forma parte) sufrirá año y medio más de demora, calcula el Ejecutivo regional. “Lo que queremos es que el Gobierno de Canarias, ante la posible paralización de las obras, agilice los trámites de declaración de impacto ambiental para que las obras sigan su curso lo más rápido posible”, determina el regidor sanmiguelero.
Un tren que divide
Hay alcaldes que ni siquiera tuvieron este proyecto en cuenta en su pronunciamiento, pero Arturo González lo dijo alto y claro: “A favor de su implantación; necesario para el sur de la Isla, para una mayor y mejor conectividad, siempre y cuando sea financiado por Europa. Es una oportunidad única que hay que aprovechar, si se consigue dicha financiación. Sería muy difícil financiarlo de otro modo”. Partidario del tren del Sur también es el alcalde granadillero, porque “puede ayudar a solucionar el problema del tráfico en las carreteras, pero con financiación europea, estaría impulsado por las energías limpias y sería rentable, pues tendría un volumen estimado de 65.000 pasajeros diarios”.
Aunque no se pronunció aquí, en las antípodas, con acuerdo plenario que le respalda incluido, se sitúa la alcaldesa de Candelaria y presidenta de la Fecam, Mari Brito, quien se opone al paso del tren por su municipio.
El ariquero Sebastián Martín aboga por, “primero, mejorar el transporte público y la conectividad del interior de los pueblos hacia la autopista; pero todas las apuestas de la UE hablan de la necesidad de que exista un transporte colectivo que utilice energías renovables para moverse, así que no solo queremos un proyecto de tren en el Sur que sea eléctrico, sino que pare en Arico”.
Más atrás en las prioridades de estos alcaldes figuran el puerto de Fonsalía –su construcción no la perciben como inmediata–, el Circuito del Motor –con los accesos en marcha– y hasta la solución para el caos que genera el puerto de Los Cristianos –solo para Mena es algo de relevancia–, no así la terminal del Aeropuerto Tenerife Sur: “Es fundamental, por la importancia que tiene en el turismo”, resume Emilio Navarro.
