El Cabildo de Tenerife adelantó a las cuatro y media de la tarde de ayer la reapertura al tráfico de la TF-5, que estaba cerrada entre Los Realejos y La Guancha desde el pasado sábado por riesgo de desprendimientos. En este corte de cuatro días de duración, el área de Carreteras y dos empresas especializadas se han encargado de la retirada de cientos de piedras inestables que amenazaban con caer sobre la vía en cualquier momento. Los trabajos, que se centraron en el entorno de la gasolinera El Mirador, pudieron terminarse tres días antes de lo previsto inicialmente y la apertura también se adelantó unas dos horas al horario previsto inicialmente.

Los desvíos provisionales comenzaron a retirarse en torno a las tres de la tarde y el tráfico se restableció con normalidad desde las 16:30 horas. Al tratarse de un festivo, la última jornada de corte transcurrió con menor incidencia en el tráfico. La anticipación de la apertura, debido a la buena evolución de los trabajos y a la previsión de lluvia para próximos días, ha permitido evitar que los cortes afectaran a tres días laborables en los que se esperaban más retenciones en la principal carretera del noroeste de la isla, una zona en la que residen 51.000 personas.

El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín (PSOE), calificó ayer de “buena noticia” la reapertura al tráfico de la TF-5, entre Los Realejos y La Guancha, “gracias la celeridad con la que se han estado realizando los trabajos” de aseguramiento de un talud inestable que amenazaba la seguridad de los usuarios de la carretera.

Martín recuerda que “desde el pasado sábado se han realizado trabajos complejos, dadas las características del terreno; con turnos en días festivos, y con toda la agilidad posible para poder reducir los plazos y estar en condiciones de volver a abrir al tráfico una vía tan importante. El doble objetivo de reabrir cuanto antes y con todas las garantías de seguridad se ha conseguido”.

El presidente tinerfeño destaca también el refuerzo de personal implicado en los trabajos para retirar piedras sueltas a gran altura y añade que “la vigilancia debe ser constante, por lo que desde el Cabildo se están reforzando las labores de inspección en este y otros taludes de la isla”.

En el Cabildo tienen claro que la solución a los recurrentes problemas de desprendimientos en el tramo de la TF-5 entre Los Realejos y La Guancha pasa por ejecutar el cierre del anillo insular, que aún carece de proyecto de trazado en esta zona. Los 11 kilómetros que separan el final de la TF-5, en Los Realejos, de la rotonda del anillo insular en Buen Paso, tienen dos subtramos con menor dificultad de ejecución. Se trata del primer kilómetro, entre la TF-5 y el túnel de San Vicente, donde hay tres carriles y terrenos para una ampliación, y los tres últimos kilómetros, la mayoría en La Guancha, entre el casco de San Juan de la Rambla y Buen Paso. Este último subtramo es el que primero se ejecutará, según anunció el Gobierno canario.

Los siete kilómetros que complican este proyecto son los que se sitúan entre el casco ramblero y San Vicente. Si se busca una solución al túnel de dos carriles de este núcleo realejero, ya existen tres carriles desde allí hasta el kilómetro 42, por encima de la playa del Socorro, donde también habría espacio para tratar de habilitar un cuarto carril. La zona realmente crítica es la que va desde el kilómetro 42, cerca del mirador de La Grimona, hasta la salida del casco ramblero. Precisamente el tramo donde se han concentrado los problemas de derrumbes en los últimos diez meses. Se trata de unos 5 kilómetros con una vía de sólo dos carriles y una accidentada orografía. Desde las movilizaciones de 2002, que rechazaban un proyecto con viaductos y puentes, ningún gobierno se ha atrevido a plantear nada nuevo.

Más de 19 años de espera

Los municipios del noroeste han reclamado en numerosas ocasiones, y sin ningún éxito, que se retome la planificación de este tramo, paralizado desde hace ya 19 años. El temor a las protestas de 2001 y 2002, con manifestaciones y 13.812 alegaciones en contra, bloquea la búsqueda de alternativas. La opción de una vía con túneles y falsos túneles es la que suscita mayor consenso y ya se contemplaba desde 1999.

En el anuncio del último corte de la TF-5, Pedro Martín, reconoció que ese tramo en un asunto “de mucha enjundia” en el que se está trabajando junto al Gobierno de Canarias “para tratar de impulsar alguno de los tramos que necesitan ya de una actuación. Aunque no podemos olvidar que se trata de una zona con espacios protegidos y que hacer allí una carretera no es sólo proponérselo, sino enfrentarse a muchísimas cuestiones de índole medioambiental que frenan mucho la capacidad que tenemos para intervenir”.