Papeles, plásticos, botellas, mascarillas y mucho más. No es la lista de la compra, son tan sólo algunos de los ejemplos de los residuos que ‘han aparecido’ tras la última nevada en el Parque Nacional del Teide. Uno de los utensilios más llamativos, un carro de supermercado.

Tras la nevada acaecida en el Parque Nacional del Teide y sus faldas tras el paso de la borrasca ‘Filomena’ por Canarias, millares de curiosos se acercaron hasta los 1.400 metros, altitud sobre el nivel del mar sobre la que ya se apreciaba nieve en días pasados. La ‘romería’ fue constante. Una vez en los lugares con mayor espesor e inclinación del terreno, cualquier objeto era bueno para practicar ‘snowboard’. Alfombras, tablas, boogies, corchos… y hasta la cesta de un carro de un supermercado se convirtieron en el aliado perfecto para surcar la nieve.

El disfrute ha puesto sobre la mesa el gran problema de concienciación ciudadana ante el medioambiente. La aparición de plásticos, papeles, restos de comida, botellas, mascarillas, etcétera, una constante en arcenes y zonas del Parque Nacional. Ante tal ristra de desperdicios y residuos hallados, alguno habrá considerado que sería buena idea subir con el carro del supermercado para llenar la despensa sin necesidad de pasar por los lineales. El pico más alto de España es el de los comportamientos incívicos de los propios ciudadanos de nuestra tierra.