El PSOE ha autorizado a su concejal en el Ayuntamiento de Arona, Dácil León, a realizar los contactos con los concejales de su propia formación y de los partidos de la oposición para conformar un nuevo grupo de gobierno sin el alcalde tránsfuga, José Julián Mena, expulsado de forma definitiva del PSOE. De fructificar estas negociaciones para poner fin a la grave crisis política del Ayuntamiento aronero, a través de una moción de censura contra Mena cuando este pase a los no adscritos –paso que se dará previsiblemente en el pleno previsto para el jueves 28–, Dácil León sería la candidata del PSOE a relevar a Mena al frente de la Alcaldía, gracias al aval que ha recibido de las direcciones insular y regional del PSOE y al hecho de que fue la número 2 de los socialistas aroneros en las elecciones municipales de mayo de 2019.

La autorización de las ejecutivas insular y regional fue confirmada ayer por Dácil León en declaraciones a EL DÍA. “Estamos en conversaciones para formar un nuevo grupo de gobierno sin excluir a nadie. Tenemos que dar este paso porque el pueblo de Arona no se merece lo que está ocurriendo en el Ayuntamiento. Arona necesita una gestión abierta, limpia, transparente, que vele por el interés general y no por los intereses particulares”, aseguró Dácil León, que en este mandato lleva las áreas de Promoción Económica, Sector Primario y Empleo.

León es una de las seis concejales de Arona que firman la querella presentada el pasado jueves 14 contra el alcalde, José Julián Mena, y el secretario del Ayuntamiento, Pedro Javier Hernández, por prevaricación administrativa. Los cinco ediles del grupo de gobierno socialista, más Luis García, expulsado del PSOE al igual que Mena, consideran que el alcalde adoptó una decisión presuntamente injusta y contraria a la ley y el reglamento municipal al eliminar del orden del día del pleno del 26 de noviembre el punto en el que se iba a tomar en conocimiento la declaración de Mena como no adscrito tras su expulsión del PSOE diez días antes –17 de noviembre–. Esta declaración, que se tendrá que abordar en el próximo pleno de este mes, abre la puerta a una moción de censura contra el alcalde.

“A todos nos preocupa Arona y hay que dar pasos para acabar con la grave inestabilidad que atraviesa el Ayuntamiento”, aseguró Dácil León, “más ante la crisis generada por la pandemia del coronavirus y la necesidad de activar las diferentes áreas, paralizadas por la actual deriva institucional, con un PGO en fase de revisión y los planes parciales urbanísticos pendientes de desarrollo”, precisó. Dácil León puso como ejemplo de la parálisis municipal los cientos de expedientes del área de servicios sociales, con peticiones de ayudas de los vecinos, que se acumulan sin resolverse por “la falta de personal”.

El 30 de diciembre, el Comité de Ética y Garantía del Partido Socialista rechazó el último recurso de José Julián Mena, con lo que el alcalde agotaba todas las vías en el seno del partido para evitar su expulsión, que ya se consideraba definitiva desde el 17 de noviembre. Después de no celebrar pleno en diciembre, ante las críticas de la oposición, la siguiente sesión plenaria tendrá que incluir el punto de la declaración de Mena como no adscrito. Se celebrará en principio el próximo día 28, pues el Ayuntamiento de Arona fija los plenos para el último jueves de cada mes. El partido acusa a Mena de no acatar la orden de entregar el acta y ser responsable de la grave crisis institucional que atraviesa el Consistorio.

La destitución del edil de Urbanismo, Luis García, por parte de Mena desató en junio la crisis política. García había advertido al grupo de gobierno socialista –incluido el alcalde– de las actividades de una presunta trama, cercana a Mena, que coaccionaría y presionaría a técnicos municipales y empresarios para torcer su voluntad y acomodar la gestión urbanística a sus intereses. El alcalde, lejos de proteger a García, lo destituyó. El grupo de gobierno socialista, que disfrutaba de mayoría absoluta, se partió en dos. Mena perdió su control y el del pleno, pero como denuncia León respondió tomando poderes excepcionales: el control de la Junta de Gobierno gracias a la pandemia y del área de Urbanismo.