Garachico ya es oficialmente uno de los 104 pueblos más bonitos de España y el primero de la isla de Tenerife que se incluye en esta selecta lista junto a joyas nacionales como Santillana del Mar, Peñíscola, Chinchón, Sepúlveda, Almagro o Cudillero. La Villa y Puerto comparte esta distinción en Canarias con Agulo (La Gomera), Tejeda (Gran Canaria), Teguise (Lanzarote) y Betancuria (Fuerteventura). Para el alcalde garachiquense, José Heriberto González (CC), contar con este reconocimiento “sólo aportará beneficios”.

Garachico y Agulo, junto a los otros nueve pueblos españoles, serán presentados oficialmente como miembros de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), que pospone su celebración por la pandemia del coronavirus al menos hasta el mes de mayo. El alcalde espera que en los próximos meses, “quizás entre junio y julio, se pueda organizar un acto público, cuando se reduzcan las restricciones por la pandemia, para presentar en el pueblo este nuevo reconocimiento”. Una vez que se haga la presentación oficial en Fitur, una delegación de este colectivo se desplazará a Garachico y en ese momento se instalarán también los carteles que informarán a visitantes y vecinos de Garachico que están en uno de los 104 pueblos más bonitos del país.

Siglos XVI y XVII

Esta asociación define a Garachico como “un pueblo situado en el noroeste de Tenerife, que posee un rico patrimonio arquitectónico en su casco histórico, muy bien conservado, de los siglos XVI y XVII, por lo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1994”. Garachico y Agulo accedieron a esta selecta lista el pasado 1 de enero junto a Beget (Girona), Molinaseca (León), Baños de la Encina (Jaén), Genalguacil (Málaga), Nuevo Baztán (Madrid), Valverde de la Vera (Cáceres), Roncal (Navarra), Bulnes y Cudillero (Asturias). Estos 11 pueblos españoles son los únicos que han logrado superar en 2020 una auditoría con más de 40 criterios centrados en aspectos como cuidado del patrimonio, la armonía del municipio, la limpieza, la conservación de las fachadas, la circulación de vehículos, el cuidado de las zonas verdes, la actividad cultural programada o la atención a las tradiciones.

José Heriberto González considera que Garachico podrá contar ahora con “un elemento más para su promoción exterior”, que reforzará aún más su posición como “uno de los lugares más visitados de Tenerife”. El municipio contará con un espacio propio en la web del colectivo que, según el mandatario nacionalista, “tiene influencia en mercados de muchísimos países del mundo, más allá de España”. Esta red forma parte de la Federación de los Pueblos más Bonitos de la Tierra, en la que se integran redes de Francia, Italia, Suiza, Bélgica, Rusia, Japón o Líbano.

“Entramos a formar parte de una red nacional que, a su vez, forma parte de otra gran red internacional que nos dará mucha más visibilidad y promoción exterior. Somos un municipio cuya actividad económica depende mayoritariamente del turismo y esto ayudará a mejorar la situación de los cuatro hoteles del casco y otros muchos negocios vinculados a la actividad turística, como la restauración”, detalla González.

El mandatario garachiquense recalca que formar parte de esta red no es sencillo: “Lo que exigen no es fácil cumplirlo y la prueba es que hay muchas localidades que lo intentan, pero no logran acceder. El nivel de exigencia es importante y no basta con llegar, también hay que mantenerse y seguir cumpliendo todos esos requisitos en el futuro. Nos empeñaremos en eso porque este tipo de reconocimientos, si se pierden, pueden causar un descrédito y no estamos dispuestos”.

Los criterios para la admisión de un nuevo pueblo están expuestos en la carta de calidad de esta asociación, que recalca que “para unirse a la entidad, un pueblo ha de solicitar en primer lugar el acuerdo del pleno municipal o junta de gobierno. Una vez recibida esta solicitud por parte de la asociación, se inicia el proceso de instrucción de la candidatura valorando dos criterios claves: tener una población menor de 15.000 habitantes y, en el caso de poblaciones mayores de 5.000 habitantes, la asociación incluye solamente las que tengan “un casco histórico en perfectas condiciones de conservación”, y contar con un patrimonio arquitectónico o natural certificado.

Después de superar estos dos puntos, la asociación realiza una auditoría del pueblo a través de personal de la comisión de calidad designada para valorar todos los aspectos especificados en la citada carta de calidad. Esto implica superar los criterios mínimos de calidad en aspectos tan variados como la limpieza, la conservación de las fachadas, circulación de vehículos, los aparcamientos, el cuidado de zonas verdes o el tratamiento de carteles publicitarios, entre otros muchos aspectos.

Una vez superada esta auditoría, se emite el veredicto que puede ser positivo; positivo a condición de mejorar aspectos importantes en el pueblo, o negativo. Si el veredicto es positivo, el pueblo será rotulado en sus entradas correspondientes como Uno de los más Bonitos de España, junto al logotipo de la asociación, y a partir de ese momento tendrá el derecho de uso del sello Los Pueblos más Bonitos de España.

Como subraya José Heriberto González, los pueblos de esta lista puede ser reauditados en los años siguientes a su adhesión con el fin de que demuestren que continúan cumpliendo los requisitos. De manera que un pueblo puede perder la marca “si no sigue cumpliendo con los valores de la asociación o de su carta de calidad”, algo que ya ha ocurrido por ejemplo con la localidad de Trujillo, en la Comunidad Autónoma de Extremadura.

Requisitos de admisión

Para formar parte de la Asociación Los Pueblos Más Bonitos de España es necesario superar numerosos requisitos entre los que destacan tener una población no superior a 15.000 habitantes; poseer un patrimonio arquitectónico o natural certificado; ofrecer un patrimonio con calidad urbanística y arquitectónica; manifestar, mediante hechos concretos, una política de valoración, desarrollo, promoción, cuidado y animación de este patrimonio; la presencia de ofertas de alojamiento, restauración, comercio y actividades lúdicas; la existencia de artesanos o de servicios tradicionales; la organización de visitas guiadas, o la organización de eventos originales y de calidad, entre otras. |